¡Bienvenido Benedicto XVI!

El próximo día 6 de noviembre el Papa Benedicto XVI, como han hecho miles de personas en este Año Santo, viene a Galicia como peregrino a la ciudad de Santiago de Compostela. Hace ya algunos años otro Papa, el polaco Juan Pablo II, también peregrinó a la tumba del Apóstol y pronunció en la Catedral un emotivo discurso en el que dijo "desde Santiago te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: vuelve a encontrarte. Sé tu misma". Fue el inicio de una profunda revitalización espiritual de los Caminos a Santiago. Benedicto XVI, alemán e intelectual, quiere venir a Santiago, como él mismo ha señalado en su mensaje con ocasión de la apertura del Año Santo Compostelano 2010, como todos los peregrinos, a renovar y fortalecer la fe y estará acompañado por miles de católicos, tanto los que compartamos la jornada con él como los que lo puedan oír o ver por los medios de comunicación.

Peregrina Benedicto XVI a una tierra, la tierra de Santiago, que universalmente es conocida por ser el destino y meta de un camino de peregrinación a la tumba del apóstol. Una tierra que tiene como uno de sus elementos de identificación su tradición cristiana, tradición que aparece en su historia y en su cultura.

Desde el siglo I de nuestra era, Galicia recibió la predicación de los primeros cristianos aunque no existe total certeza de que fuera por el propio Apóstol Santiago pues, como dice Menéndez Pelayo, "temeridad sería negar la predicación de Santiago, pero tampoco es muy seguro afirmarla". Lo que sí hizo el cristianismo fue arraigar pronto en Galicia y así, aunque se defiende la existencia incluso de sedes episcopales en Galicia desde la época de los apóstoles, de lo que tenemos constancia documental desde el siglo VI es, por ejemplo, de la existencia del obispado de Tui, aunque existen referencias de San Epitacio, que dijeron ser obispo de Tui, martirizado en tiempos de Nerón. También el obispado de Lugo es citado por Idacio en su Cronicon hablando de Agrestio como obispo de Lugo en el año 433. Pero con independencia de la fecha, lo que si sabemos es que no existe en Galicia otra institución, aparte de las sedes episcopales, que haya tenido una continuidad histórica desde el siglo V hasta nuestros días. Pensemos que no es hasta ocho siglos después de tener constancia documental de la existencia de estas diócesis cuando aparecen los primeros documentos escritos en gallego.

Pero la tradición cristiana no solo está presente desde los primeros siglos en la historia de Galicia como elemento identificador de la misma sino también en su cultura, su patrimonio, su universidad, su etnografía, sus tradiciones, hasta en su organización territorial. No solo debemos referirnos al riquísimo patrimonio arquitectónico de las catedrales sino también a los monasterios, las pequeñas iglesias y capillas, los cruceiros, los petos de ánimas que llenan nuestros caminos. La parroquia, una de las entidades de organización territorial más características de Galicia, tiene su origen y su nacimiento en la división territorial eclesiástica; las romerías y fiestas populares están presididas y justificadas en fiestas litúrgicas y en el santoral; personajes religiosos han sido destacados hombres de la historia de Galicia como el Padre Feijoo, San Rosendo, San Froilán, el Arzobispo Gelmírez, López Ferreiro o el Padre Sarmiento; la Universidad de Santiago tiene su origen en una bula del Papa Julio II; la puesta en marcha de centros de asistencia social extendidos por toda la geografía de nuestra comunidad tienen su causa en la labor social de la Iglesia… La presencia cristiana en la cultura y en la vida de Galicia se manifiesta simplemente observando el escudo oficial de Galicia. En él se dibujan 8 cruces (incluida la que aparece en la corona real), un cáliz y una sagrada forma, es decir, toda la heráldica del escudo de Galicia es de origen cristiana.

Viene Benedicto XVI a una tierra en la que el catolicismo es uno de sus elementos de identificación y que ha acogido durante siglos a los miles de peregrinos que desde los lugares mas remotos caminaban a Santiago. Ahora acoge al peregrino Papa Benedicto XVI y como a todos esos peregrinos le decimos ¡Bienvenido Benedicto XVI!