Estos meses cálidos, incluso tórridos, del verano, los acostumbran a dedicar los máximos responsables de Economía y Hacienda a disponer 'los distintos escenarios', o las propuestas alternativas de los presupuestos que, apenas iniciado el nuevo curso político, deberán ser pactados con las distintas fuerzas políticas, de manera que 'el debate del año', el gran debate de las prioridades del gasto público, tenga garantizado un final feliz por virtud de las matemáticas parlamentarias.

Ya hemos ido conociendo las distintas aspiraciones de ERC sobre el coste que este grupo aliado de Maragall y de Zapatero pone a la aprobación presupuestaria: una parte sustancial de la factura sanitaria acumulada por el servicio médico-sanitario de la Generalitat durante el pujolismo -se llegó a hablar de tres mil millones de euros, algo menos de la mitad de la deuda acumulada por ese concepto de atenciones médico-sanitarias-, la eliminación de algunos peajes en determinadas autovías catalanas, y lo que se pueda avanzar en la fórmula de la futura financiación autonómica, que se ha estimado que podría significar unos 2.400 millones de euros más.

Pero este año, por lo que nos cuentan, el Gobierno quiere llegar más allá, más lejos, en sus gastos de Estado: Solbes quiere aumentar un 20 por ciento el gasto en vivienda y en investigación. Quiere pasarle al Estado y a sus presupuestos el billón y pico de pesetas del ente RTVE. Tiene que empezar a aplicar, en la práctica, el multimillonario Plan PEIT de infraestructuras pendientes. Quiere llegar a un buen acuerdo sobre el Concierto y el Cupo vasco.

Y naturalmente, deberá atender la reclamación de Bono para que se suban los sueldos de los funcionarios de uniforme. Bono y Zapatero tienen asumido que subirán a los mandos del Ejército un 20 por ciento en tres ejercicios consecutivos. Y para dar satisfacción a IU, estos presupuestos debieran poner mayor énfasis en "lo social", con particular atención a la educación, la sanidad, las pensiones mínimas, la investigación. Y ya, para cuadrar números y apoyos, se asegura que aspiran Zapatero y Solbes a que éstos sean los presupuestos que más apoyos puedan haber recibido en mucho tiempo: de PSOE-PSC más ERC, IU, BNG, PNV, CC...

¿Hay dinero para tanto? Por fortuna, la marcha de la economía parece que lo permite, por más que una y otra vez haya profetas escasamente ilustrados o malévolamente informados que nos predicen el final de un modelo de crecimiento. Y a todo ese capítulo de gastos crecientes, hay que sumar las facturas corrientes de altos cargos de los tres niveles de la administración pública, que no paran de viajar a cuenta del Estado, que no reducen sus gastos de representación y a quienes siempre se les ocurre algún nuevo trofeo de golf o una semana cultural 'con cargo a la pólvora real' y a los chocolates de los mil y un loros...