No ha sido un éxito el debut de J.J.Vázquez al frente de ‘Cuentos chinos’ (T-5). La cadena habia calentado este estreno en términos de suceso televisivo colosal. Han cosechado un escueto 9,4% de cuota de pantalla, a mucha distancia del supuesto rival al que debía derrotar, Pablo Motos (19,1%). O sea que Motos, por ahora, no es ‘el rival’, sino que sigue siendo ‘el amo’ de esta franja horaria.

Para lo que sí le ha servido este debut a J.J.Vázquez ha sido para posicionarse sobre a quién sirve, y a quien no, ante la cúpula de la empresa que le contrata. Se ha hecho entrevistar por la colaboradora Susi Caramelo y así poder explicar que él tiene el apoyo, y está al servicio, del consejero delegado, el siciliano Alessandro Salem, y añadió: «Y pido desde aquí a los que no trabajan, que al menos no enreden». O sea, un indirecta muy directa dirigida al que los propios propietarios ‘berlusconianos’ han colocado en calzador como ‘presidente figurativo’ de la empresa, Borja Prado, aunque J.J. no se haya atrevido a nombrarle. Hombre, quizá cree Jorge Javier que su equilibrismo personal ante los capitostes de la cadena es un asunto de interés nacional. No quisiera desilusionarle, pero este tiempo que ha usado, restándolo de la ya reducida duración del programa (son unos 50 minutos, no las cuatro horas del ‘Sálvame’ o el ‘Deluxe’ a las que estaba acostumbrado) quizá este dispendio, les decía, ha contribuido a que la audiencia no se enganchase. De hecho las criaturas que salieron después, como Celia Villalobos, Germán González o el dúo venezolano Mau&Ricky, fueron un visto y no visto. No sabría decirles a qué fueron al programa. Con razón Susi Caramelo, por ahora la incorporación más interesante, ágil y brillante, con razón le dijo al comenzar: «¡Qué plató más grande! ¿Qué había antes aquí que fuera tan enorme? ¿Tu ego?». Exacto.

En esta línea de egolatría acentuada, J.J. también se sirvió de Anabel Alonso para que le preguntase si iría al programa de Ana Rosa. Contestó: «Todavía no me encuentro con fuerzas para ir al lugar del crimen». O sea, otra peladilla dirigida a la considerada ‘protegida’ del otro bando de la cúpula, es decir, el de Borja Prado. Espero que en las próximas entregas J.J. se dedique a lo que llaman ‘entretener al personal’, que es lo que en teoría pretende. Ya que lo titulan ‘Cuentos chinos’, quizá resucitando el ‘Humor amarillo’ lograrían distraernos un rato.