Nacho Vidal ha sido el encargado de cerrar el último programa de la temporada de 'Lo de Évole'. El actor de cine para adultos concedió su entrevista más personal y sincera en el programa de 'La Sexta' donde habló sin tapujos sobre el consumo de drogas, la depresión, la industria del porno y hasta la muerte de un fotógrafo en su casa.

"Yo he sido más años Nacho Vidal que Ignacio Jordá. Nacho Vidal es un personaje, un negocio...Ahora es algo mecánico. No hay pasión. Para mí, el porno que yo hice es arte. Hice cosas muy bonitas", confesó.

"Con 23 años empecé a pincharme testosterona. Estaba cachondo todo el tiempo. Lo hacía un par de veces a la semana. El problema es que tu cuerpo deja de generarla cuando te la metes artificialmente".

"He tenido un montón de enfermedades de transmisión sexual. Tengo el síndrome Reiter, te ataca a ti mismo. Tienes que ir al hospital todos los días, por la noche con morfina y opiáceos contra el dolor, por gonorreas y clamidias. En 25 años puedo haberlas cogido unas 100 veces", desveló.

 Una de los momentos que más llamó la atención de la entrevista fue cuando Jordi Évole y Nacho Vidal mantuvieron una charla en la clínica de rehabilitación en la que confesó haber ingresado hacía unas semanas para curar la depresión en la que se encuentra. "No compraba comida, no me duchaba, no quería ver a nadie. Yo los sábados por la noche me quedaba en casa. Mi sábado era comprarme un gramo, ocho latas de cerveza y me masturbaba ocho, diez, doce horas. Solo. Cuando empiezas a madurar es cuando sabes pedir ayuda".

"No me merezco ese final. He vivido demasiado como para terminar solo, en la oscuridad. Me merezco estar acompañado, con mucha luz", aseguró.

Sus problemas con las drogas o la depresión en la que está sumido no fueron los únicos temas que Vidal puso sobre la mesa. El actor porno se atrevió a hablar de la investigación en la que se encuentra por la muerte, en su casa, del fotógrafo José Luis Abad, durante la celebración de un ritual conocido como 'sapo bufo'.

"Nadie me ha preguntado por cómo me siento por ver morir a alguien en mis manos", lamentó. "Estábamos haciendo un acompañamiento a alguien que quería tomar una medicina ancestral. He visto miles así. Jose Luis pidió información a mi prima y venir a casa para tomarlo, yo me negué varias veces hasta que accedí. Pero se han dicho todo mentiras. No tuve nada malo que ver en lo que pasó".

"Fue muy fuerte. El cayó, entró en catarsis, dejó de respirar, pero yo le hice volver. El viaje era así, empezó a respirar tranquilo y, de golpe, dejó de hacerlo. Eso fue muy fuerte, encima se me murió en mis manos", relató.