Sacó el álbum digital en abril, pero la pandemia le impidió el lanzamiento del físico. Y para hacerles más corta la espera a sus fans, les prometió que firmaría absolutamente todos los discos. Y así lo ha hecho. Miriam Rodríguez (A Coruña, 1996), la Leona, que no es tan fiera como parecía en “OT”, donde recibió el apodo, ronronea agradecida en los brazos de quienes siguen apostando por su música. Y por la cultura.

–Se ha pasado el confinamiento firmando discos.

–Tras el lanzamiento en digital en abril, se dejó la preventa abierta para el físico y en todos estos meses iban llegando discos a casa. Fue muy positivo ver que la gente estaba ahí –estoy muy agradecida– y que, pese a la incertidumbre, no devuelva las entradas de los conciertos.

–“La dirección de tu suerte” muestra una Miriam que pisa fuerte. “Desperté” es toda una declaración de principios.

–Para mí significa mucho. Cerraba una etapa y abría otra. Una especie de metamorfosis: dejar atrás muchas cosas y marcar un inicio. Con una Miriam cogiendo las riendas de un proyecto diferente, estando encima de absolutamente todo y con las cosas muy claras en lo que a la música se refiere.

– “Quise desaparecer, pero ahora encontré el camino”, dice.

–A lo largo de estos tres años he pensado más de una vez: “Tierra trágame”. Pero el tiempo pone todo en su lugar y he encontrado el camino. Aunque musicalmente aún me quede mucha piedra que picar, estoy enfocada. Y creo que ese sello y esa esencia se ven en el concepto general del álbum y en cada canción.

–¿Ese cambio también ha sido a nivel personal? ¿En el fondo, la Leona tenía miedos?

–En el fondo y no tan en el fondo. Al principio, desde fuera, creo que ahora menos, me veían como una tía fuerte, que lo tenía todo claro. Pero hay mucha vulnerabilidad e inseguridades detrás. Y yo eso lo canalizo en las canciones. Parece que pueda con todo, pero soy muy blandengue (ríe). Detrás del caparazón hay miedos y mucha gente se identifica con eso.

–En “No sé quién soy” habla del alzhéimer. Dura, pero preciosa.

–Ha sido la canción que más me ha costado escribir, por encontrar la manera de hacerlo con el respeto y delicadeza que requiere. Y es que canto en primera persona sobre algo que no me ha sucedido y espero que no me suceda.

–Como usted agradece que Pablo López la llamara para “La voz”.

–Sí. Le estaré eternamente agradecida por haber confiado en mí y darme esa oportunidad de ser “cocoach” y entrar en esa familia de “La voz”. Ha sido una experiencia brutal, y eso me abrió la posibilidad de presentar El regreso.

–¡Qué salto y responsabilidad!

–Sí, absoluta. Estoy superilusionada y superagradecida de estar por segundo año consecutivo en “La voz” y, sobre todo, de poder ser quinta “coach” y medio presentadora. Y de dar a los talentos que no iban a entrar otra oportunidad, en un formato más cercano y en el que estoy yo, que impongo menos y que ha pasado por lo mismo. Ha sido increíble.

–¿Le tira ser presentadora?

–Nunca cierro puertas. Pero este año quiero aprovecharlo para una formación intensa. Porque esta es una carrera de fondo en la que hay que seguir formándose o morir. Para seguir creciendo. El mundo actoral siempre me ha motivado..

–Qué lujazo poder hacer un cameo en “Vis a vis”, serie de la que es fan.

–Fue un shock de esos que te da la vida. Como “OT”. “Vis a vis” era mi serie favorita y le decía a mi padre: “¿Te imaginas que algún día pudiera trabajar ahí?”. Fue un visto y no visto, porque estaba de gira, pero al menos me puse el traje amarillo. Y que “Fox” decidiera que la canción de la tercera temporada la compusiera yo... Fue un sueño cumplido.