Javier Calvo y Javier Ambrossi vieron a Ana Rujas en la obra “La mujer más fea del mundo”, que la actriz había coescrito y protagonizado, y nada más salir del teatro en Madrid supieron que tenían que proponerle hacer un proyecto con Claudia Costafreda, guionista y directora con la que habían trabajado en “Veneno”. Estaban convencidos de que ambas podrían hacer un buen tándem para desarrollar una historia que removiera de sus asientos al público. Ellos, con ese olfato para nuevos proyectos arriesgados, ejercerían como productores, involucrándose en muchos aspectos creativos y acompañándolas y asesorándolas en todo el proceso, pero sin interferir en la trama que ambas quisieran contar.

El resultado es “Cardo”, una ficción cruda, de trazo grueso, rodada con nervio, muy explícita en las escenas de drogas y de sexo, que aborda el vacío existencial de una treintañera a la que un accidente aboca a una espiral de autodestrucción. La serie, de seis episodios, fue estrenada en noviembre por el canal de pago Atresplayer Premium, pero Antena 3 ofrece hoy (22.40 horas) en abierto los dos primeros capítulos.

“Ese vacío lo he sentido en algún momento de mi carrera y tenía la necesidad de contarlo, aunque he visto que recoge el dolor de más personas”, explica Rujas, que se reservó para ella el complicado papel de María, la protagonista, que por su deriva hacia al abismo podría recordar al personaje de “Rue de Euphoria”, pero claro en versión cañí. Tanto la actriz como Claudia Costafreda reconocen que en la serie han volcado muchas vivencias personales, pero también de gente de su entorno, y que la serie puede ser el retrato de una generación, la de los milenial, y a la vez se puede sentir identificado cualquiera que la vea. “El vacío y el dolor es algo que conoce todo el mundo y que no tiene que ver con una generación, sino con unos sentimientos”, subraya Rujas.

Su personaje utiliza el sexo y las drogas para evadirse, cayendo en los excesos que irán complicando su existencia. Las imágenes son muy explícitas en esas escenas, con varios desnudos integrales. “Estamos comprometidas con la forma que creemos que es la mejor para contar la verdad y ser honestas. Por eso era absurdo censurar”, afirma Costafreda. “Tenemos que normalizar los cuerpos, los genitales, el sexo, y eso no tiene que ser obsceno o estar fuera de lugar, sino que es una realidad”, recalca. “Que no se hable de ello no implica que no esté ocurriendo. Y aquí se habla de ello”, añade Ana Telenti, que interpreta a Eva, la visceral amiga de la protagonista y “su fiel escudera que está siempre ahí pase lo que pase”.

En el reparto también figuran dos debutantes como Diego Ibáñez (el cantante del grupo Carolina Durante) y Clara Sans. Ella, como “la compañera de piso de María que sabe perfectamente lo que tiene que hacer todo el mundo, aunque para sí misma no tenga las cosas tan claras” y él, como el chico “tímido, nervioso y un poco pijo” al que la protagonista se acercará movida por la culpa.

Los veteranos Yolanda Ramos y Alberto San Juan tienen papeles más secundarios pero, sobre todo él, claves en la trama de una serie que saca a relucir el tema de los abusos. “No se trataba de retratar un abuso concreto, sino el abuso en general en el que la sociedad nos mete desde pequeñas. En este caso vemos que María, desde la infancia, sin elegir mucho, acaba tomando decisiones que tienen que ver con lo que el mundo espera de ella”, puntualiza Rujas.