“Gran parte de los profesionales de salud y la sociedad en general reconocen la importancia de la atención psicológica en el abordaje integral del cáncer y sus consecuencias. Sin embargo, en el sistema público de salud no es habitual” contar con psicólogos clínicos en los equipos de oncología”, adelanta la doctora Paula Cid Gutiérrez, psicóloga clínica del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Meixoeiro, que participa esta tarde en la mesa redonda “Supervivientes de cáncer”, organizada por Adicam. “A menudo, pacientes y familiares tienen que recurrir a la vía ordinaria, esto es, derivación a los servicios de salud mental a través del médico de familia, donde las listas de espera no permiten dar una adecuada respuesta a las necesidades de los pacientes”, reconoce.

“Gracias a asociaciones como Adicam, muchas familias tienen acceso a servicios tan importantes como la atención psicológica, entre otros”, valora esta especialista, que considera necesario “incorporar la visión de la psicología clínica en el proceso de tratamiento del cáncer dentro del sistema público de salud”. Matiza que dar ese paso “no implica que todos los pacientes con cáncer y sus familiares vayan a desarrollar procesos psicopatológicos; de hecho, la mayoría muestra una mayor capacidad de adaptación y recursos de afrontamiento de lo que pensamos, en especial si el sistema facilita estos procesos normales de adaptación”.

Explica la doctora Cid que la atención psicológica no consiste sólo en detectar y tratar posibles trastornos psicológicos (lo más habitual son síntomas de ansiedad y bajo estado de ánimo), sino que “implica acompañar a los pacientes desde una perspectiva de prevención que incluya escuchar activamente, validar emociones que puedan surgir en cada paciente y familia, ayudar a mantener un buen autocuidado durante el proceso, ajustar expectativas, aportar estrategias para el manejo de situaciones complejas como cirugías que modifican la imagen corporal, la quimioterapia, la comunicación con hijos pequeños, etc… Y esta atención debe estar disponible en cualquier momento del proceso”.

Cada persona y cada proceso de enfermedad son diferentes. “No todos los pacientes ni todas las familias necesitan lo mismo, y lo que puede ser bueno para uno puede ser perjudicial para otro a nivel psicológico”. En el caso del cáncer de mama, hay una serie de condicionantes habituales a tener en cuenta, y que justifican la importancia de que estas pacientes tengan acceso a la consulta de Psicología Clínica pero también de que los aspectos psicológicos sean tenidos en cuenta en el proceso médico.

“Estamos hablando a menudo de mujeres de mediana edad, laboralmente en activo, en muchos casos con hijos en edad escolar, con padres en edad de iniciar problemas de salud o ya en situación de dependencia. Cuando el diagnóstico de cáncer llega en este contexto, se convierte en una carga más para la mujer, que por otro lado vive en una sociedad en la que se invita a mantener las apariencias, “ser fuerte y positiva” y, como veremos, esto puede tener consecuencias importantes”, reflexiona Paula Cid como adelanto a su intervención en la mesa redonda de Adicam.