El desfile de cabezudos, que estrenan indumentaria, animó ayer el centro urbano desde primeras horas con la compañía de gaiteiros de Lembranzas da Ría, que hicieron el recorrido hasta Rodeira y bailaron con transeúntes en las calles y la Praza do Concello. Tras el pregón de Pilar Ferrari, centenares de personas se apostaron en la explanada entre Ojea y O Sinal para asistir a la quema de damas y galanes, que estusiasma por igual a niños y mayores hasta que las figuras terminan reventadas por la pólvora. Las actividades se multiplican hasta Eduardo Vincenti, donde ayer se instalaba el segundo palco de las verbenas, y en Castelao se despliega hoy el de la orquesta Kubo, “uno de los mayores de Europa”, según los promotores. También están ya operativos el puesto contra violencia machistas y todas las atracciones feriales.
