En octubre del año 2009 el Concello de Moaña, entonces presidido por Xosé Manuel Millán, culminaba la construcción de la piscina municipal. Se ponía fin así a un proceso de muchos años, con una gran demanda social. La construcción de las instalaciones supuso una inversión de algo más de 2 millones de euros, de los que 1,8 los aportó la Xunta y 500.000 euros el Concello. En su inauguración participó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Solo un año después se demostraba la alta demanda que existía en Moaña de esta instalación, al superar los 1.200 usuarios, cerca de un tope que se cifraba en 1.500 personas. Desde entonces, apenas se realizaron obras de mantenimiento pero en las últimas semanas la empresa concesionaria Aqualia, completó una profunda reforma de las instalaciones del gimnasio, presentando una nueva cara tanto en la zona de fitness como en la de cardio.
Representantes del gobierno municipal visitaron las instalaciones para comprobar el resultado de las obras. En concreto se logró un cambio de imagen de la sala fitness, con la renovación de las máquinas cardiovasculares y de tonificación. Además, en este mismo espacio se sustituyó el suelo por loseta de caucho en las zonas de mayor impacto y por tarima en el resto de la sala, “con el fin de conseguir un ambiente más confortable”, apunta la edil de Deportes, Dolores Chapela.
Con el objetivo de recuperar abonados perdidos durante los cierres y las restricciones por la pandemia, este centro deportivo amplió su oferta de actividades en la mencionada sala fitness, con disciplinas como step-tono, yoga, fitpilates, bikeindoor, bodymove, fitpower o fitfuncional.
En esta tarea para captar nuevas altas Aqualia pone en marcha el “Plan ponte en forma”, con descuentos para abonados y que ofrece servicios como un entrenador personal o monitor fitness. También arranca el programa “primera experiencia”, que permitirá al usuario realizar un seguimiento de los objetivos y metas a seguir.
La alcaldesa, Leticia Santos, explicó tras la visita a las obras que “para el Concello mantener a punto la piscina y que esté plenamente operativa es una cuestión importante. En Moaña no tuvimos los problemas de otras localidades y siempre funcionó a pleno rendimiento, para lo que es vital trabajar conjuntamente con la concesionaria”.
Ampliación
La de las últimas semanas es la principal renovación de las instalaciones de la piscina de Moaña desde su construcción, pero no es la única. En 2015 la concesionaria consiguió una ampliación interior al acondicionar una nueva sala en el gimnasio destinada a la realización de actividades dirigidas.
Aprovechando la antigua zona de calderas, el gimnasio municipal ganó así una sala de 80 metros cuadrados que desde entonces se usa para clases con monitor como pilates, zumba o bodyfit, entre otras muchas disciplinas.
Paneles solares para reducir la huella ecológica
La próxima reforma de la piscina pasará por la instalación de paneles solares para alimentar en todo lo posible la calefacción, la iluminación y el circuito de agua de todo el complejo denominado “Centro Deportivo Moaña”. En estos momentos Concello y Aqualia trabajan en redactar una memoria para instalar paneles fotovoltaicos, con la intención de acceder a ayudas de otras administraciones para sufragar parte del gasto. “El objetivo es reducir la huella ecológica y el coste de la factura eléctrica, en la línea de la sustitución a Led de toda la iluminación viaria y de la mejora de la eficiencia energética en los pabellones”, concluye la regidora.
Un circuito de calistenia en proyecto
Además de este gimnasio municipal, la concejalía de Deportes trabaja también en la construcción de un circuito de calistenia, para el que solicitó a Portos de Galicia la concesión de unos terrenos en O Con, junto a la nave de la SD Tirán de remo. El circuito se dividirá en tres zonas, con distintos elementos para practicar ejercicio al aire libre. Paralelamente, el proyecto implicará la reparación de la pista de skate existente, dándole una unidad a todo el espacio deportivo.
