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Cangas emprende una campaña de recogida de alimentos y ayuda humanitaria a Ucrania

Las donaciones pueden hacerse en la Oficina Municipal de Voluntariado desde el lunes / Productos de higiene, sanitarios y conservas, principales demandas

Vitaliy Dovhanyk (izda.) y su mujer, ayer, con la alcaldesa de Cangas y técnicos del Concello. | // G.NÚÑEZ

Cangas está en contra del “ataque de Rusia al pueblo de Ucrania”, reclama “que se paralice ya la invasión” ordenada por Vladímir Putin y el Concello quiere “colaborar en aportar ayuda humanitaria” a los afectados. Lo recalca la alcaldesa, Victoria Portas, que ayer presentó, acompañada del ciudadano ucranio Vitaliy Dovhanyk, afincado en el municipio con su mujer, Rebeca Nores, y de varios técnicos municipales una campaña de recogida de material humanitario entre particulares, empresas y otras entidades para enviar al país invadido. El punto de recogida es la Oficina Municipal de Voluntariado, en la Casa da Xuventude (Rúa Real, 29), de lunes a vienes de 9.00 a 14.00 horas, donde podrán entregarse alimentos de primera necesidad y no perecederos, material sanitario y de higiene, entre otros, que serán canalizadas por voluntarios y técnicos del departamento. En la iniciativa colaboran Protección Civil y Policía Local, que organizan las donaciones y coordinan su envío a un punto designado por la Asociación de Solidariedade San Roque, de Salvaterra do Miño.

La idea persigue seleccionar los productos realmente necesarios en cada momento del conflicto y hacerlos llegar a Ucrania de forma ágil y efectiva, de ahí que se opte por canalizar la campaña a través de dicha organización, que ya lleva trabajando en ese país desde el año 2008 y cuenta, además, con una red de distribución efectiva sobre el terreno, desde la frontera con Polonia. La prioridad, ahora, son los productos de higiene, sobre todo femenina, y pañales para bebés y personas adultas, alimentación para bebés (sin vidrio), leche en polvo, alimentos enlatados, energéticos o deshidratados que sean de consumo inmediato, linternas y pilas para estas, sacos de dormir térmicos y esterillas, mantas térmicas, calcetines térmicos de las tallas 40-47, guantes de construcción reforzados y material sanitario: betadine, alcohol, agua oxigenada, vendas, gasas, esparadrapo y algodón, entre otros.

También hace falta dinero para sufragar necesidades en la zona de conflicto, y se habilita una cuenta bancaria para donaciones. El IBAN es ES3820805434003040111304, a nombre de la Asociación de Solidaridad San Roque (concepto “Morrazo”). Además, los bombardeos de las tropas rusas están afectando al suministro eléctrico, y para paliarlo hacen falta equipos generadores. Todo ello precisa de una infraestructura y logística que incluye el transporte en camiones y tráilers, cuyos gastos superan los 5.000 euros por viaje, y es necesario hacerlo viable. Entre los productos que ya han sido donados se encuentra una partida de conservas de la empresa morracense Lago Paganini.

Vitaliy Dovhanik, con su mujer, la técnico de Voluntariado y la alcaldesa. G.Núñez

Vitaliy Dovhanik: “Mi familia está allí, pero de momento no pienso ir”

“Toda mi familia está en el Este de Ucrania, a unos 200 kilómetros de la frontera con Polonia. Hay tranquilidad en esa zona, y a pesar del pánico en otros puntos, el pueblo no piensa rendirse”, explica Vitaliy Dovhanik, un ciudadano ucranio casado con Rebeca Nores y que lleva “unos 18 años viviendo en Cangas”, donde se siente integrado y no piensa en trasladarse a su país de origen a estas alturas del conflicto bélico. “Pensé en ir, pero de momento se arreglan”, explica, aunque deja claro que sí respalda el envío de “armas defensivas” para hacer frente al imponente ejército de Putin: “Queremos defendernos, tenemos todo el derecho”. La guerra ha reactivado su disposición a ayudar a sus conciudadanos, y para ello opta por la asociación solidaria San Roque, creada por una pareja de Salvaterra con amplia experiencia en Ucrania desde 2008, donde presta colaboración en hospitales y orfanatos, y ahora canaliza sus recursos para ayudar a la población que sufre la invasión rusa. También destaca el “movimiento social” que trabaja en su país desde 2014, fecha en que sitúa “el origen del conflicto”, coincidiendo con la anexión de Crimea, y que a veces va más allá de donde llegan los mecanismos estatales. Vitaliy agradece la oleada de ánimo y solidaridad internacional con Ucrania, “con la que Putin no contaba”, pide que no decaiga y advierte que el presidente de Rusia “no negocia, impone”. Deja claro que si “él no puede permitirse perder, para nosotros perder no es una opción”.

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