La nueva normalidad también parece asentarse en el gobierno monocolor de Cangas, formado solo por ACE, agrupación política que está dividida en dos facciones: la de Mariano Abalo y la de Esquerda Unida. Por fin, después de un mes, se pudo celebrar la junta de gobierno local, reunión que había fracasado en dos ocasiones anteriores por falta de quórum, al no asistir la edil Aurora Prieto (según ella por razones de agenda) ni tampoco Adrián Pena (estaba de baja médica).
Ayer los astros se alinearon y por fin pudo haber quórum que permitiera la celebración de la junta de gobierno local y desatascar así una administración que se encontraba paralizada por la situación. La presencia de Aurora Prieto es significativa y equivale a lo que su formación política manifestó el día anterior a que se debatiese en un pleno extraordinario la moción del PP en la que se pedía la dimisión de la alcaldesa Victoria Portas. Viene a significar ese voto de confianza a la alcaldesa para que restituya el pacto de gobierno con el PSOE. Es un alto el fuego con la intención de reconducir un gobierno que estaba ya en las trincheras de la política.
La presencia de Adrián Pena en la junta de gobierno despejó las dudas que había sobre su permanencia en la corporación municipal. De hecho se había propagando el rumor de que no regresaría a la política. La alcaldesa Victoria Portas dirigió la sesión en la que también estaba el concejal de Facenda Mariano Abalo. Fue una sesión de trámite, a pesar del tiempo que había transcurrido con respecto a la última.
Por su parte, los concejales socialistas estaban ayer, a excepción de la que fuera edil de Medio Ambiente, Pilar Nogueira, el Concello de Cangas: Eugenio González, Sagrario Martínez e Ingrid Loredana. Su presencia en la planta noble del Concello no era casual. Querían saber de primera mano si se había podido formar quórum para la junta de gobierno. El PSOE sabía de antemano que Aurora Prieto iba a estar presente, pero había cierta duda sobre Adrián Pena.
Una vez que se instaura la nueva normalidad, la alcaldesa de Cangas y su compañero Mariano Abalo deben seguir buscando compañeros de viaje, después de que Avante! y el BNG le dijeran que no querían participar en su gobierno. Claro que el Bloque no renuncia a acuerdos puntuales, como sucedió en el caso del Plan Concellos.
Desde el lado socialista se insiste en que dos concejales fueron cesados de sus funciones de gobierno por la alcaldesa de Cangas. Pero el hecho de que este grupo municipal no se sumara a la propuesta del PP que pedía la dimisión, sino que se abstuviera se interpreta en algunos ámbitos políticos como una tregua en las hostilidades, que hasta hace nada eran continuas. La jornada de ayer fue la más tranquila desde que se produjeron los ceses y las dimisiones.
El PP solo luchará por la alcaldía en las elecciones
Para el grupo municipal del PP, que ganó la votación en el pleno del viernes para que la regidora dimitiera –aunque sin efectos prácticos–, la mencionada sesión demostró que la izquierda está ya en campaña electoral. Manifiesta el edil del PP Rafael Soliño que se está vendiendo la idea de una izquierda progresista, “pero lo único que progresa son las zarzas y la basura”. El edil manifiesta que es algo que quedó en evidencia en el pleno del viernes, cuando Avante! y BNG se desmarcaron de inmediato del pacto de gobierno que la regidora blandió para hacer un llamamiento a la unión de la izquierda de Cangas. Rafael Soliño también quiere dejar claro que el PP en ningún momento de esta crisis de gobierno de Cangas mostró su intención de llegar a la alcaldía, ni a través de una moción de censura ni tampoco con la petición de dimisión. “Nuestra intención es alcanzar la alcaldía en las próximas elecciones. No recurriendo a mociones de censura. Es el pueblo, como bien señaló la compañera Dolores Hermelo, el que tiene que decidir la persona que debe ostentar la alcaldía de Cangas”. El PP sí que está convencido de que con cuatro concejales va a ser muy difícil gobernar un pueblo de 26.000 habitantes.
