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La transición del último videoclub

Maite Cortizo, ayer, en el “Cinema Kiosko” con el último estante de películas en alquiler. | SANTOS ÁLVAREZ

“Abrimos en noviembre de 2005. Entonces alquilábamos unas 350 películas en un solo sábado. En estos momentos se alquilan unas ocho películas en todo el fin de semana, y casi todas para público infantil”. Son las palabras de Maite Cortizo, la propietaria del “Cinema Kiosko”, un negocio situado en la calle Alcalde Fandiño, en el barrio moañés de O Rosal, y que se mantiene como el último videoclub de O Morrazo. Eso sí, ha sabido reciclarse con los años y, lejos del destino de la inmensa mayoría de negocios similares, puede ver con optimismo el futuro, pese a que dejará de alquilar películas en un par de semanas “cuando completaremos la transición”. En este tiempo Maite Cortizo ha ido orientando el negocio, poco a poco, hacia la venta de dulces, aperitivos y merchandising de películas y series “lo que nos mantendrá el contacto con la cultura audiovisual”, señala mientras se declara “enamorada” de las series y el cine. De ahí que apostase por un videoclub en su día.

El negocio moañés se fue enfocando hacia la decoración de eventos y el merchandising. | SANTOS ÁLVAREZ

Para tratar de “mantener a unos clientes que siempre han sido muy fieles”, el “Cinema Kiosko” también se ha especializado en la organización de fiestas y eventos. “Toda la decoración la elaboramos nosotros, para que sea siempre original”, explican. Además, los responsables del negocio le han dado un carácter propio gracias a su decoración temática en función de distintas fechas señaladas. “Por Halloween decoramos todo y nos disfrazamos. Mucha gente nos pregunta por la temática de cada año. Ahora, el próximo evento temático será, el 28 de junio, con motivo del Día Internacional del Orgullo LGBT”, apunta Maite Cortizo.

En estos momentos, y durante los últimos días también como videoclub, alquilan sobre todos películas infantiles “y los últimos estrenos que salieron en DVD. La última película que recibimos fue “Wonder Woman 1984”, que será un símbolo de nuestro cambio definitivo de negocio”, señala la responsable.

Aunque desde 2012 perciben una caída muy grande en los alquileres de películas por el cambio de hábitos de consumo de los amantes del cine, en el “Cinema Kiosko” explican que “pensábamos que todavía habría clientela para unos tres años más, pero todo se aceleró con la pandemia”. Y es que durante el confinamiento del año pasado “mucha más gente se suscribió a plataformas como Netflix. También se paró la producción de películas y cuando se retomó, muchos estrenos ya no salieron en DVD, pasando directamente de los cines a este tipo de plataformas”. De ahí que en este negocio moañés decidiesen también acelerar una transición “que veníamos haciendo desde hacía tiempo, paso a paso, para evitar un cambio traumático”.

Lejos de lamentarse, Maite Cortizo es una defensora de las plataformas de series y cine online. “Me encanta que la gente siga pagando por el contenido audiovisual. Ahora pueden, con un coste reducido, acceder a catálogos muy amplios”, explica al ver cómo los riesgos que hace años planteaba la piratería van camino de resolverse. Reconoce que el modelo de alquilar películas en DVD “estaba en decadencia desde hacía años”.

Si bien los nostálgicos del alquiler de películas solo tienen un par de semanas para matar el gusanillo en Moaña, también tienen la opción de comprar algunas de las obras que este negocio pone a la venta a un precio de solo un euro. “Nos daría mucha pena tener que tirar estas películas, por eso las vendemos para que la gente las pueda disfrutar en su casa”, indican.

Demanda

Pese al cambio de hábitos y a que los amantes del cine cada vez lo consumen más en casa y mediante plataformas digitales, lo cierto es que no faltan seguidores de la cultura audiovisual en la villa. “Se nota que se consumen muchas películas y series porque vendemos bastante merchandising”.

Desde hace un año y medio se venden, sobre todo, productos relacionados con Harry Potter. “Pero va por modas, como ocurrió con Stranger Things, por ejemplo. Nosotros queremos adaptarnos a esas modas”. Tazas, mochilas y todo tipo de material sobre las más destacadas sagas del cine y la televisión son algunos de los productos en los que se enfoca también el que todavía es el último cineclub de la comarca.

Lejos quedan ya los tiempos en los que el alquiler de VHS primero y de DVD y Blu-ray después era un negocio al alza. “Cuando nosotros abrimos había por lo menos cuatro locales de este tipo en Moaña. Ahora vendemos las gominolas para que la gente vea el cine en casa”, indica con humor Cortizo, quien espera que el “Cinema Kiosko” tenga todavía cuerda para muchos años.

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