La casa armadora Moradiña, de Cangas, tiene previsto repatriar hoy desde Uruguay el cadáver del marinero cangués P.J, de 51 años, fallecido el pasado 7 de mayo en un hospital de la capital del país, en Montevideo, en donde había ingresado quince días antes por COVID-19, contagiado a bordo del “Playa de Sartaxéns”. Todo hace suponer que la muerte se produjo por complicaciones en el proceso de la infección. Con el marinero de Cangas había ingresado también otro tripulante del pesquero, un vecino de Bueu, ayudante de cocina, que afortunadamente logró salvar la vida y recibió el alta.
El regreso del marinero, contramaestre a bordo del “Playa de Sartaxéns”, en donde llevaba 25 años trabajando, será vía aérea, tal y como confirma un familiar directo. La armadora estuvo gestionando estos días la repatriación, complicada por todos los protocolos relativos al COVID-19. Todo indica que el brote se produjo tras una escala del barco en el puerto de Montevideo. El pesquero regresó al caladero, pero el marinero de Cangas y el otro tripulante empezaron a tener síntomas y el barco regresó a tierra. No ha trascendido oficialmente que hubieran más casos, aunque fuentes consultadas aseguraron que sí, aunque cuando falleció, el barco ya estaba de nuevo faenando.
