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¿Influyeron los "puentes" y la Semana Santa en el empleo?

Terrazas en la calle Eugenio Sequeiros en Cangas. G.N.

El mes de marzo ha resultado positivo en la comarca de O Morrazo en cuanto a creación de empleo, con 236 parados menos, de los cuales 212 han sido en el sector servicios. En ello ha influido cierto tirón de trabajo en la hostelería gracias al "puente" de San José, y en Cangas también al de los Dolores, y sobre todo a la Semana Santa. No ha sido como otros años sin pandemia, pero los días de vacaciones se han notado en este sector con un crecimiento del empleo en todos los concellos, con Cangas liderando. En este municipio, 80 personas se han dado de baja en las listas del paro en este sector de servicios en marzo. En Moaña fueron 43, en Bueu, 16 y en Marín, 73.

La comarca cerró el mes pasado con un total de 6.361 parados, una cifra que sigue siendo muy importante, aunque supone un 3,57% menos que el mes anterior de febrero. Pero sigue siendo superior a la de hace un año, con 248 personas más sin trabajo que en marzo de 2020, cuando empezó la pandemia. A esto hay que añadir, claro, las personas que siguen con Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) a causa de la pandemia y que no computan para las estadísticas del paro.

En todos los municipios de O Morrazo bajó el desempleo en marzo. En Cangas 77 personas salieron de las listas del paro y el municipio se sitúa con 2.145 personas que siguen sin trabajo. En Moaña se dieron de baja en el paro 18 personas y el desempleo está 1.697 personas; en Bueu, la lista de desempleados cayó en 31 personas y el municipio tiene 848 parados y en Marín fueron 110 y el desempleo está en 1.671 personas.

El sector de la agricultura y de la pesca también cerró marzo con un saldo positivo y se frenó el desempleo con 37 personas menos en las listas del paro. El sector genera un paro de 358 personas. En industria subió en 5 y se sitúa en 807 y en la construcción solo bajó en 3 personas y se sitúa en 401, a pesar de la recuperación que vive este sector, tras los ocho años de crisis del ladrillo, gracias a los trabajos de reformas en viviendas debido a la necesidad de acondicionar los hogares por los confinamientos a causa de la pandemia del COVID-19.

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