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Alcalá Zamora visita O Morrazo

El presidente de la República recorrió las villas litorales en 1934; en Moaña fue recibido por el alcalde Romero; en Cangas hubo un gran gentío y en Bueu conoció Massó

Niceto Alcalá Zamora. | // ARCHIVO DEL AUTOR

Don Niceto Alcalá Zamora (1877-1949) fue un cordobés ministro en tres gobiernos de la Restauración borbónica, encuadrado en el Partido Liberal Democrático Pero, tras la Dictadura de Primo de Rivera y con la proclamación de la II República, junto con Miguel Maura, crearon el partido Derecha Liberal Republicana. Por acuerdo entre los socialistas y Azaña se le proclamó Presidente de la República, el 11 de diciembre de 1931. No se entendió con las izquierdas ni con las derechas del Partido Radical y ORGA de Gil Robles. Tuvo que lidiar con la Revolución de Asturias (UGT-CNT) y Catalunya (independentistas) en octubre de 1934. Tras la victoria del Frente Popular, social-izquierdista, le apearon del cargo por su postura ambigua, el 7 de abril de 1936. Murió exiliado en Buenos Aires.

Alcalá Zamora recepcionado polo alcalde José Romero en Moaña (1934). | // CEDIDA POR EL MUSEO MASSÓ(ARQUIVO NÓS

Arrancó su gira por Galicia de agosto de 1934, en Vigo, a donde llegó el día 7. En la ciudad olívica fue ovacionado y cumplimentado por las más prominentes autoridades civiles y militares (!le rindió honores dos veces el capitán Carreró¡), así como representantes de asociaciones cívicas y partidos de todo tipo. Un grupo de jóvenes fascistas le provocaron en la calle García Galán (Elduayen), siendo detenidos. Le acompañaban en su séquito tres ministros: Villalobos, Estadella y Cirilo del Río, así como otros altos cargos, sobre todo de seguridad. Por cierto, una anécdota: en la cena de gala en el Ayuntamiento, encargada al Hotel Palace, de Lozano, sirvieron “medallón de ternera de Moaña”.

Al día siguiente, giró visita al destructor portugués “Vouga”, surto en la bahía, y de ahí embarcó en el vapor “Vigo” para surcar este tramo de la ría. Le seguían multitud de embarcaciones llenas de gente, “como verdadero racimo”, que hicieron sonar sus sirenas. No faltarían vapores de los puertos de O Morrazo, seguro.

Las visitas, por cuestión de agenda fueron bastante breves pero muy sonadas. Desembarcó con sus dignatarios acompañantes (ministros de Agricultura y Trabajo) primero en Moaña, a las 11 de la mañana, saludado con bombas y vítores del vecindario, al tiempo que sonaban los acordes del el Himno de la República (Himno de Riego), adelantándose el alcalde Romero, concejales y otras autoridades. Como hizo en todo su periplo, Alcalá Zamora expresara su pública gratitud. No hubo tiempo más que para un sucinto paseo por la villa.

En la carretera a Cangas se agolpaba numeroso público que, estacionado en los bordes de la ruta, “no cesó “de aplaudirle y saludarle”. Llegado a la villa de Cangas, hizo también un alto, y en medio de un gran gentío que le prestaron un homenaje popular, fue cumplimentado por el alcalde Eiroa y comisiones de todos los sectores de la vida local. La visita asimismo fue corta.

Siguiente parada Bueu, donde salieron a recibirle los vecinos “en masa”, visitó la fábrica de conservas Massó Hermanos, explicándole Gaspar y Antonio Massó en la nave el funcionamiento de las máquinas, y firmó en el libro de oro de la empresa, mientras que el público se agolpaba en las inmediaciones. Sería despedido con “una calurosa ovación ensordecedora”. De allí se detuvo en la Base Militar de Marín, y en las ciudades de Pontevedra, A Coruña y O Ferrol, hasta cerrar la gira en Lugo el día 13 del mismo mes.

(*)Historiador y del Instituto de Estudios Vigueses

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