Entre las medidas de control riguroso contra el COVID-19 que la residencia de Aldán estableció desde el brote de la pasada primavera se encuentran controles semanales a todos y cada uno de los trabajadores. En uno de esos test de saliva una integrante de la plantilla ha dado positivo, según fuentes familiares. No presenta síntomas y la residencia la ha puesto ya en cuarentena.

Los familiares exigen que las PCR a los mayores se hagan este mismo fin de semana. Reconocen que están previstas para el lunes, pero temen que pueda ser demasiado tarde para atajar un nuevo brote. De momento ni trabajadores ni usuarios presentan síntomas.

El geriátrico de Aldán se “salvó” de la ola de brotes en centros de este tipo que se repitieron por toda Galicia este otoño.