El ejecutivo bipartito de Moaña, a través de la junta local de gobierno de esta semana, acordó añadir un texto al procedimiento de consultas de la evaluación de impacto ambiental para el proyecto de ampliación de la terminal de Bouzas, del Puerto de Vigo. Como administración a consultar, el gobierno moañés reclama que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico informe desfavorablemente en su evaluación del impacto que tendría esta dotación, con la intención de que no llegue a ejecutarse.
En su escrito el concejal de Medio Ambiente, Odilo Barreiro, alega que, “tras analizar el documento detenidamente”, entienden que esta ampliación se sumaría a las infraestructuras que el Puerto de Vigo viene incrementando “notablemente” en los últimos años tanto en Bouzas como en el estrecho de Rande “lo que pone en peligro el equilibrio ecológico de la ría de Vigo y puede provocar el colapso del ecosistema existente. En concreto, desde el Concello de Moaña temen que esta nueva ampliación tenga una incidencia directa en la producción marisquera, en el cultivo de mejillones mediante el sistema de bateas y en la pesca artesanal de bajura.
“La pretensión de una nueva ampliación en Bouzas no hará más que incrementar las alteraciones en la dinámica litoral y provocará modificaciones en los arenales del entorno y un daño irreversible a la riqueza biológica de la ría”, alegan desde el bipartito moañés. Recuerdan, en este sentido, que la pesca, el marisqueo y el cultivo de mejillón “son sectores básicos para la economía de toda la comarca, generando un alto número de empleos entre la población de ambos márgenes de la ría”.
Alertan, también, de que limitar la normal circulación de las corrientes propiciará un aumento de las llamadas “mareas rojas”, lo que incidiría de forma muy negativa en las bateas y en el marisqueo tanto a pie como a flote.
Más allá de la afectación que estas obras podían tener para sectores productivos ligados al mar, la alegación presentada por el Concello de Moaña añade también entre sus argumentos los riesgos derivados del cambio climático. “La nueva ocupación de la lámina de agua vendría acompañado de importantes aportes de áridos que reducirían de forma indiscutible el volumen de la ría de Vigo”, explica Barreiro para sumarle a esta situación el posible incremento del nivel del mar por la incidencia del cambio climático. “Esto deja un futuro altamente preocupante que la Autoridad Portuaria de Vigo elude o minimiza intencionadamente”.
Alega, el edil, que la Xunta no es ajena a este problema y trabaja ya en el Segundo Plan de Xestión do Risco de Inundacións, que incluye una referencia directa a las marítimas. En el plan del gobierno gallego “se identifican las franjas costeras más expuestas a posibles inundaciones producidas por el nivel del mar” e incluso prevé un coste de 400 millones de euros para paliar los posibles daños que se deriven de este problema. “Por ello, consideramos que permitir la ampliación de la terminal de Bouzas es un auténtico desatino”.
Con este proyecto la Autoridad Portuaria apuesta por transformar las escolleras en atraques con calado suficiente, operativos para los grandes barcos. Por el momento se aboga por crear una nueva rampa de al menos 16 metros de calado, 600 de longitud y unos 50.000 de superficie, suficiente para acoger los grandes buques oceánicos y evitar desvíos a otros puertos, que supondría una inversión en torno a 50 millones de euros.
Moaña tuvo que advertir al Ministerio de que el Concello no aparecía en el listado de consultados, lo que finalmente fue subsanado.
