“Más que fea la cosa está feota, pero no nos queda más que pelear”. Es la reflexión de Julio Estévez, del conocido restaurante Centoleira de Beluso, en un momento en el que la hostelería es uno de los sectores más afectados por las restricciones sanitarias y por el toque de queda que obliga a estar en casa a las 23.00 horas. Este establecimiento, cuya historia se remonta hasta 1884, se prepara para lanzar una web llamada “A Centoleira na casa” para llevar hasta los domicilios sus reconocidos menús de marisco y pescado e intentar sortear la segunda ola del coronavirus, una ola que amenaza con convertirse en un tsunami. El servicio ya está disponible a través de Whatsapp y desde el restaurante bueués intentan pelear con sus propias armas. “Esta claro que nosotros no podemos competir con los grandes proveedores y pescaderías, por eso lo que ofrecemos es algo que solo hacemos aquí y que el cliente no puede encontrar en otro lado”, explica Estévez.
Las medidas adoptadas el pasado viernes por el comité clínico de la Xunta de Galicia, decretando el cierre perimetral de las grandes ciudades, fue la puntilla y provocó la anulación de importantes reservas contratadas con anterioridad para el fin de semana. Una tendencia que con toda probabilidad continuará, más aún teniendo en cuenta la limitación de reuniones a un máximo de cinco personas, lo que en la práctica hace inviables las cenas de empresa que suelen ser uno de los principales recursos del sector en estas fechas. “Ya durante el desconfinamiento empezamos a escudriñar y diseñar como podíamos hacer para repartir a los domicilios”, explica Julio Estévez. Una iniciativa que ya está perfilada y que en pocos días contará con su propia web.
El restaurante ofrece a los clientes dos posibilidades. La primera es acudir al propio local a recoger el pedido, lo que permite al usuario pedir cualquiera de los platos de su carta, desde cestas de marisco hasta guisos. “Algunos son platos para tomar calientes y pronto, por lo que lo normal es que los encargos sean de la propia zona”, explican. La otra opción es solicitar un reparto a domicilio y en este caso el menú es diferente, aunque conservando las señas de identidad de A Centoleira. “Son platos preparados, refrigerados y que incluso pueden aguantar de un día para otro”, expone Julio Estévez. Aquí se incluyen las cestas de marisco (con cuatro especialidades), teselas (son cestas más pequeñas, con dos variedades, empanadas, las diferentes variedades de escabeches, pulpo, patés y postre. Los packs llevan incluido el vino y el pan. Todo ello en un doble envase perfectamente compartimentado, con un aislante intermedio para mantener la temperatura. “Un restaurante como el nuestro tiene dificultades para competir con los mercados online o las tiendas gourmet, así que lo que intentamos es darle a nuestro servicio un valor añadido”, defienden desde este restaurante centenario. Un valor añadido que básicamente se nutre de tres ingredientes y no todos son tangibles. “Nuestro sitio, nuestra historia y la cocina del mar. Son los elementos que definen nuestro marchamo de calidad y con los que queremos que el cliente se lleve un pedazo de A Centoleira a su casa, que recuerde este sitio”, defiende Julio Estévez.
Con esta iniciativa el conocido restaurante aspira a mantener un nivel de actividad que de otra manera sería imposible con el toque de queda. “Estamos muy limitados con los horarios. Si la gente tiene que estar en su casa a las 23.00 horas tendría que venir aquí entre las 20.00 y las 20.30 horas para cenar con tranquilidad y eso no siempre es posible. De esta manera tienen un margen amplio para venir, recogerlo y llevarlo a casa o que se lo llevemos nosotros”, argumenta Estévez.
La iniciativa quiere ser también un guiño a los vecinos y los clientes de la comarca, una especie de invitación para recordar que en estos momentos nos necesitamos todos para salir de esta situación. El reparto a domicilio dentro de los municipios de Cangas, Moaña y Bueu incluye el transporte gratuito a partir de 35 euros. El restaurante contaba con cierta tradición de enviar sus reconocidas cestas de marisco, pero “nos dimos cuenta de que en este caso había que ampliar la oferta y pensar en la gente más joven, que a lo mejor no tiene el mismo poder adquisitivo”. Por ello el menú incluye especialidades con “formatos más pequeños y con precios más asequibles”.
La pandemia sanitaria del Covid-19 no ha hecho más que acelerar un proceso que en realidad comenzó hace ya tiempo. “Este tipo de servicio es algo que se viene cociendo desde hace tres o cuatro años y que ahora se ha potenciado por la situación actual. En nuestro caso necesitamos ir más allá, aportar un valor añadido para diferenciarnos de los grandes proveedores y distribuidores”, explica.
De momento el servicio está disponible a través de un teléfono –639 70 70 38– y en pocos días estará activa la web A Centoleira na Casa, sobre la que Julio Estévez adelanta algún que otro detalle. “Se abrirá con una foto de este lugar en el año 1910”, avanza. Desde entonces la humanidad ya superó la pandemia de la conocida como “gripe española” y esperemos que también supere la del Covid-19.
