El gobierno bipartito de Moaña (BNG-PSOE) está tardando más que en ningún año anterior en aprobar los presupuestos municipales. Desde que la coalición se hizo cargo del gobierno municipal en el año 2015 las cuentas anuales se aprobaban en las primeras semanas del año. En esta ocasión, algunas circunstancias como las bajas de personal del departamento de Facenda están retrasando este proceso. El concejal del área, Aldán Santamarina, aguarda, sin embargo, que a mediados de marzo queden aprobados de forma inicial los presupuestos moañeses para 2020. Está previsto celebrar, para ello, una sesión plenaria extraordinaria.
Santamarina asegura que la redacción de las cuentas está casi lista. La semana pasada se reunió con el Comité de Persoal con este asunto sobre la mesa y el 6 de marzo tendrá lugar la mesa de negociación con los sindicatos, requisito indispensable antes de llevar el expediente al pleno. Finalmente, el informe de Intervención deberá estar listo para mediados de marzo.
Con respecto a las cuentas del ejercicio 2019, todavía vigentes, la intención del bipartito es lograr un pequeño incremento de las mismas, que en ningún caso se espera que llegue al 2%. Por lo tanto, el Concello de Moaña trabajará a lo largo de todo 2020 con unos presupuestos que superarán ligeramente los 11 millones de euros.
Más allá de las inversiones que se prevén realizar a través del Plan Concellos, la gran inversión directa que contemplarán los presupuestos de Moaña de este año será precisamente la urbanización del ámbito de Sisalde para poder poner a disposición de la Xunta los terrenos del futuro centro de salud. También finalizar la sustitución de todos los puntos de luz públicos del municipio por otros de tecnología LED que ahorre en consumo eléctrico y en emisiones de CO2 es otra de las principales inversiones previstas para este año.
Como es habitual el mayor apartado de gasto será el de personal y se contemplarán los pagos de amortizaciones de créditos para seguir en la senda de la reducción de la deuda del Concello.
