El diputado provincial de Cooperación Local, David Regades (PSOE), transmitió al alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos (ACE), que los técnicos de la Diputación de Pontevedra habían encontrado una solución para que las obras de las gradas del campo de fútbol de O Morrazo, donde juega el Alondras, pudiera retomarse el lunes, después de llevar casi un mes paradas. Regades manifestó que los trabajos podrían comenzar ya y que esperaba que prácticamente toda la obra pudiera rematarse en este año, aunque pudieran quedar pendientes algunos retoques para el próximo ejercicio.
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Lo que no se hizo público ni se comunicó al alcalde de Cangas es la fórmula "mágica" que se utilizará para calmar los ánimos del Club Alondras y también del propio gobierno local, cuyos miembros ya nunca fueron demasiados partidarios de invertir en esta obra, como para que ahora fueran a ellos a quienes se le atragantase.
Aunque David Regades advirtiera en Cangas que una ampliación del proyecto no era la solución más fácil, todo parece que se utilizó esta fórmula como salida a la crisis. No hay que olvidar que se había agotado el presupuesto para que la empresa adjudicataria pudiera continuar los trabajos, unos trabajos, por cierto, muy criticados y sobre los que pesa un informe del Club Deportivo Alondras en el que aparecen todos los problemas que presenta la obra ya realizada, como las humedades y las bolsas de agua en las gradas.
Las obras salieron a licitación por un importe de 661.000 euros y hubo que realizar un modificado del proyecto por culpa de que no se habían hecho las calicatas y después resultó que fue necesario una nueva cimentación que obligó también a construir una grada de solo un piso, en vez de dos como figuraba en el primer proyecto que realizó personal del Concello de Cangas y en el que no se incluyen tampoco los asientos.