La compañía “Teatro del Norte” es un clásico dentro del mundo de la interpretación. En su currículum hay una gran variedad de obras y encuentros teatrales a los que han acudido para dar su toque personal. Hoy representa en el Auditorio dos obras teatrales. Etelvino Vázquez, director de la compañía, confiesa que el secreto del teatro está en “la interpretación de los actores”.

-- No es la primera vez que “Teatro Norte” visita Cangas, ¿qué le parece su público?

- Hemos estado en Cangas el pasado mes de abril haciendo otro espectáculo y el público es muy fiel y entregado, además, sabe de teatro. La Muestra es muy buena porque Cangas tiene una gran tradición teatral y el público se acerca mucho a este tipo de eventos.

- “Teatro del Norte” interpreta hoy dos obras en el Auditorio, ¿de qué tratan?

- Por la mañana haremos una pequeña demostración pedagógica sobre el uso de la emoción en el teatro. Por la noche, representaremos un clásico del teatro español. “La zapatera prodigiosa” es una obra de la primera etapa García Lorca. Es muy graciosa y toca un clásico del teatro español: la historia del viejo y la niña. Animo a que la gente venga a ver esta representación porque encontrarse con García Lorca siempre es un placer y, además, es una obra muy simpática, como un cuento.

-- Ustedes han recorrido muchos países para representar sus obras. ¿Todo el mundo entiende el idioma teatral?

- Hemos actuado en sitios como Egipto y yo creo que el público nos entendía aunque no hablásemos el mismo idioma. El teatro tiene un lenguaje universal y cuando vemos teatro en otro idioma nos gusta mucho porque suelen ser obras buenas. El primer nivel del teatro no quiere informar, así que nos fijamos mucho en lo que hay debajo de las palabras. Eso hace que nos guste. El lenguaje es imprescindible y no existe teatro sin una buena expresión corporal y emoción del actor.

-- En teatro, ¿es mejor mostrar la realidad o el humor?

-- El humor es bueno y cercano, pero un buen drama también está muy bien. Todo depende de cómo se interprete la obra. Ahora mismo, por la situación de crisis económica que vivimos, está muy bien eso de reírse.