Más de dos años de disputa para ahora comprobar que la obra del paseo O Sinal se realizó en apenas algo más de un mes. El concejal de Obras y Servicios confirmó ayer que los trabajos había sido finalizados y que está previsto que el paseo se inaugure la próxima semana.

Nadie se explica como una obra tan pequeña pudo causar tanto trabajo burocrático. Cabe recordar que el proyecto se varió hasta en tres ocasiones y que Costas rechazó el primero presentado por el Concello de Cangas. También causó problemas la financiación, ya que al retrasarse la obra, el Concello de Cangas tuvo que solicitar prórrogas a la Diputación Provincial de Pontevedra para no peder el dinero. Estos trabajos fueron los que provocaron también el paso a la alameda nueva de los puestos de los peruanos durante las Fiestas del Cristo.

El importe de la actuación asciende a 210.000 euros, que aporta íntegramente la Diputación. Básicamente, el objeto del proyecto redactado por la arquitecta Isabel Medraño es actualizar la imagen de un paseo que ronda los 1.700 metros cuadrados y tiene una longitud de 260. Se enterrado los servicios y se dotó al paseo de un sistema de alumbrado a ras de suelo para eliminar las barreras visuales al mar y dotarlo de una hilera de bancos. de piedra que sirva para un doble uso: el descanso de los viandantes y como barrera de protección. La obra incluyó la pavimentación de ese tramo en piedra granítica, la instalación de farolas de alumbrado indirecto y la reducción de la potencia de las actuales. Los problemas de salubridad y refugio de animales se piensan solucionar con la proyección de hormigón entre las rocas de la escollera.