El concejal de Urbanismo de Cangas, Mariano Abalo, ha solicitado la paralización y precintado de las obras de cierre, con postes de hormigón, del espacio portuario de Massó, en Balea, promovidas por la empresa Marina Atlántica. El edil, tomando como base un informe de los servicios de inspección municipales que confirman que ese trabajo carece de licencia, propone encargar a la Policía Local supervisar la paralización de las obras y comunicar la apertura de un expediente de infracción y restauración de la legalidad urbanística, con el apercibimiento de sanciones. Según Abalo, la empresa justifica que lo único que está haciendo es asegurar los postes del vallado que cedieron en el anterior intento de iniciar las obras y "quiere pensar" que no es el paso previo para retomar la ejecución del proyecto previsto por Marina Atlántica -puerto deportivo y urbanización-para la zona.

Se trata de entre 20 y 25 postes que sobresalen metro y medio de altura y cimentación independiente. A finales del mes de abril, el Concello de Cangas ya había advertido a la empresa Marina Atlántica de que no podía emprender los trabajos de vallado como era su intención. Un informe elaborado por el Negociado de Disciplina Urbanística que vio la luz el día 2 de mayo señalaba que la empresa Marina Atlántica tenía antes que presentar la autoliquidación de la tasa y del Impuesto de Constucciones Instalaciones y Obras (ICIO) y expresar la longitud de los cierres previstos, algo que en principio el gobierno local niega que realizara. Además, el Concello estaba pendiente también de que la empresa autoliquidase la tasa por la tala de árboles y el ICIO correspondiente. En el informe señalaba que "de conformidad con lo disposto no artigo 19.5 de la lei 9/2002 de 30 de enero deberá obter a autorización previa esixida pola ley 22/1998 de 28 de xullo por obras na zona de servidumbre de protección do dominio público marítimo terrestre ou declaración da súa exención e, asimesmo, autorización previa do órgano competente en materia forestal ou de declaración da súa exención".

La alcaldesa había esgrimido los citados informes para impedir que se continuara con la tala de árboles en Massó y su vallado y sólo se permitieron los trabajos de replanteo, con los que Marina Atlántica garantizaba que la obra había comenzado oficialmente.