El encaje de bolillos ya no da para más. Apremiado por unos operadores con negociaciones en marcha que podrán traducirse en un importante incremento de tráficos de mercancías, el Puerto de Vigo se ha esforzado en los últimos meses en exprimir al máximo el escaso espacio que quedan en los muelles comerciales. Con medidas que fueron desde la reordenación de los ámbitos usados por las distintas empresas en el Transversal hasta la ganancia de suelo por medio del derribo de estructuras en desuso, como los silos de cemento en Guixar. Pero como ya habían anticipado antes del verano los empresarios, el efecto de estas voluntariosas acciones equivaldría al de "meros parques" aceptándolos con resignación una vez el Puerto dio el paso para la que consideran la solución definitiva a la escasa superficie al licitar el proyecto constructivo a punto de adjudicarse de la ampliación del muelle de Comercio. Y tanto acertaban en el pronóstico que para recibir toda la carga que se avecina de fructificar todos sus contactos, a la Autoridad Portuaria no le queda más remedio que sacrificar sus propias dependencias. La primera de la lista es la nave de Señales Marítimas o Faros.
De edificación compartida con la concesión de Vicente Suárez y Cia, estas instalaciones del Puerto ocupan 1.600 metros cuadrados, aproximadamente. Aparte, en la cabecera de esta nave y al otro lado de vial de dirección única desde Areal hacia Guixar hay otras zonas vinculadas a este departamento que empleo para el almacenamiento y reparación de boyas de grandes dimensiones y otras señales marítimas.
Los técnicos de Praza da Estrela trabajan en definir cuál solución respecto a este ámbito pudiera resultar más beneficiosa para las empresas. "Estamos analizándolo seriamente porque tenemos que ver dónde reubicamos ahora nuestro departamento ", razona el presidente sin ocultar que la cesión "temporal" de este espacio solo aliviará la acuciante falta de espacio que sufren en la actualidad los muelles comerciales, en parte generada por el movimiento de barras y lingotes de aluminio que desde hace dos años años registra un constante aumento.
Admite la realidad de la situación cuando están a punto de finalizar una serie de obras dirigidas precisamente a aumentar el terreno para mercancía general. Empezando por el derribos de otros silos, los de la petrolera CEPSA frente al Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) que dejará en su estado original una parcela de 2.600 m2 que pronto estarán disponibles. Y a esta se suma otra operación de mayor calado, el retranqueo de la verja hasta la cabecera del edificio de El Tinglado. Adjudicada a Civis Global en 200.000 euros, esta obra anexionará otros 2.000 m2 a la superficie portuaria aledaña al muelle de Comercio. Y aún así, "no será suficiente", mantiene Enrique López Veiga.
"El aluminio busca destino"
Sin concretar los detalles, el presidente aporta algunas pistas sobre cuál podía ser esa carga que aumentará tanto en volumen como para la institución se proponga sacrificar una nave propia. "El aluminio es un mercado inestable que está buscando destino", apunta críptico.
No es un ningún secreto las posibilidades que tiene Vigo de convertirse en el puerto hub de distribución en España del aluminio de importación. A propósito de la mayor descarga de este metal en España -16.000 toneladas en el muelle de Areal- , el máximo responsable de la firma que la gestionó, Kaleido Ideas & Logistics, Xoán Martínez, defendía el pasado junio la "urgencia" de la ampliación en Comercio alertando de lo que se jugaba Vigo de aplazar esta actuación: "Se dejarán de desarrollar tráficos como el aluminio, granito u otros, tráficos ligados a sectores clave como el siderometalúrgico, construcción, automoción o nava".
Lanzaba este aviso días después de que Praza da Estrela sacase a licitación la asistencia técnica del proyecto para aumentar en 56.000 m2 la superficie en Comercio. Cerrado el plazo de presentación de ofertas con 12 en total, en breve se conocerá el proyecto que definirá una obra valorada en 20 millones de euros. Aunque el Puerto sabe que esta actuación no está lista como muy pronto antes de cuatro años por lo que mientras tanto debe tirar ingenio para ofrecer suelo a los operadores con "medidas paliativas".
