España es un crisol de culturas también por Navidad, pues Papá Noel tiene serios competidores en las figuras del Apalpador o Pandigueiro, el L'Anguleru, el Esteru, el Olentzero, el Tientapanzas y el peculiar Tió de Nadal, que "defeca" regalos.

En Galicia, cada vez más estudiosos hacen mención a la figura del Apalpador, nombre con el se le conoce en la zona de O Courel, o Pandigueiro, en el Macizo Central Ourensán, que comparte protagonismo con el Papá Noel europeo.

De orígenes un tanto inciertos, se caracteriza por su aspecto grueso, su barba roja, chaqueta remendada, su bastón y por fumar pipa. Baja de las montañas para repartir alegría entre los niños, todo ello acompañado de entrañables canciones y lejos de fines comerciales, según recogen en su diversa documentación el centro de cultura popular Xaquín Lorenzo y la Sociedad Antropolóxica Galega (SAGA). Aunque no es San Claus ni San Nicolás, el Apalpador o Pandigueiro se caracteriza por "cuidar mucho a los niños y se preocupa si los padres se portaron bien con ellos", comenta el estudioso Lito Prado, quien destaca de este personaje que "no castiga".

Una enseña de este personaje gallego, abunda, es que le gustaba repartir "onzas de chocolate", artículo que era "un lujo" en esa época, en un momento d e esplendor, cuando la provincia ourensana contaba con varias fábricas de chocolate.

Pese a su familiaridad con Papá Noel o Santa Claus, su protagonismo no se ciñe exclusivamente a las propias celebraciones navideñas sino que suele salir "tres o cuatro días antes" y varios días después de culminar las fechas características y, en alguna ocasión, incluso antes.