El ministro de Salud de Nueva Zelanda, David Clark, dimitió ayer de su cargo para "no distraer" en la lucha contra el coronavirus, después haberse saltado el confinamiento hasta en dos ocasiones. "Lo he dado todo, pero me ha quedado cada vez más claro que mi continuación en el cargo está distrayendo la respuesta del Gobierno al Covid-19", indicó Clark, al tiempo que aseguró que ha sido un "privilegio absoluto" desempeñarse como ministro de Salud.