El documento de divorcio entre la UE y el Reino Unido ya tiene la rúbrica de los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea. Sin pompa ni medios de comunicación delante y en un despacho de la sede del Consejo, el belga Charles Michel y la alemana Ursula von der Leyen completaron el trámite con la firma del documento, que todavía deberá ser ratificado por el Pleno de la Eurocámara el miércoles próximo.
"Las cosas cambiarán de forma inevitable pero nuestra amistad permanecerá. Empezamos un nuevo capítulo como socios y aliados. Deseando escribir juntos esta nueva página", escribió Michel en su cuenta de Twitter tras la firma.
El contrato de divorcio consta de más de 500 páginas que detallan los derechos de los que gozarán los ciudadanos europeos, la factura a pagar por Londres y el mecanismo para evitar el regreso de una frontera dura a la isla de Irlanda, además de un protocolo específico sobre Gibraltar.
La comisión de asuntos constitucionales de la Eurocámara ya avaló el acuerdo el pasado jueves, con 23 votos a favor y 3 en contra. La votación de la Eurocámara, que requiere mayoría simple, estará precedida de un debate de dos horas y una breve ceremonia de despedida que no tendrá lugar en el hemiciclo sino en la intimidad de la sala Yehudi Menuhin para decir adiós a los 73 eurodiputados británicos. Según fuentes de la Eurocámara, al acto asistirá el presidente, David Sassoli -que pronunciará un breve discurso-, los presidentes de los eurogrupos y el negociador comunitario, Michel Barnier.
Cumplido el trámite parlamentario, el último paso será la ratificación final por parte de los 27 gobiernos de la UE, que se producirá por procedimiento escrito un día después, el 30 de enero, a tiempo para la salida británica la medianoche del 31 de enero, y que cerrará más de 45 años de matrimonio. Un acto que en Bruselas se hará visible con la arriada de la bandera británica que ondea ante el Parlamento Europeo.
Reino Unido seguirá formando parte del mercado interior y la unión aduanera hasta el 31 de diciembre, pero no tendrá voz ni voto en las decisiones. El portugués João Vale de Almeida será el primer embajador comunitario ante el Reino Unido.
