Los electores israelíes serán llamados a las urnas, por tercera vez en menos de un año, el próximo dos de marzo.

El Parlamento israelí (Knesset) decidió ayer su disolución y la convocatoria de los comicios después de que el líder derechista, Benjamin Netanyahu, y el centrista, Benny Gantz, hayan fracasado en sus respectivos intentos de formar un Ejecutivo. Además ningún diputado logró articular una mayoría de Gobierno en los últimos días. Era la tercera y última oportunidad que la ley israelí brindaba para evitar la repetición electoral.

Los israelíes fueron a comicios el pasado abril, sin resultados, y volvieron a elegir en septiembre un Parlamento. En las dos ocasiones conformaron dos bloques casi iguales que no se han entendido.

Ante una nueva convocatoria electoral, según una encuesta del Canal 13, el Likud liderado por Netanyahu podría obtener solo 33 escaños y quedar ligeramente por debajo de la coalición centrista Azul y Blanco de Gantz, que se llevaría 37 diputados.