El 49% de los estadounidenses opina que el presidente Trump debería ser sometido a juicio político de destitución, mientras el 47% estima lo contrario, según una encuesta publicada ayer por "The Washington Post" y la cadena ABC.

La encuesta fue divulgada a las pocas horas de que la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, oficializase las investigaciones para un juicio político, al aprobarlas por 232 votos a favor y 196 en contra. El resultado, que permitirá que todas las audiencias se televisen a la nación, refleja un alto seguimiento de la disciplina de voto y convertirá el proceso en un elemento clave de la campaña para las presidenciales de 2020.

El sondeo refleja el profundo componente partidista del posicionamiento, ya que el 82% de los votantes republicanos consultados se opone al proceso, mientras que el 82% de los demócratas lo respalda. Entre quienes se declaran independientes, el 47% está a favor y el 49% en contra.

El diario resaltó que "el apoyo a las investigaciones ha aumentado en los últimos meses", ya que una encuesta similar divulgada en julio indicaba que un 37% apoyaba el inicio de una investigación para un juicio político, y el 59% se oponía. La iniciativa demócrata en la Cámara de Representantes fue lanzada a finales de septiembre.

Durante la actual fase de las investigaciones, celebrada a puerta cerrada, se han ido acumulando testimonios contra Trump en relación a sus supuestas presiones sobre el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, para que la fiscalía de su país investigase supuestas actividades ilegales del exvicepresidente Biden, el mejor situado de los precandidatos demócratas.

El mismo jueves compareció ante la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes el encargado de asuntos rusos en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tim Morrison, quien asistió a la llamada telefónica en la que Trump concretó sus presiones a Zelenski. Morrison confirmó que el magnate utilizó como arma de presión la congelación de una ayuda militar de 400 millones de dólares.

Mientras, Trump confirmó en un tuit que ha trasladado su residencia oficial de Nueva York -donde vivió durante décadas antes de llegar a la Casa Blanca- a Florida, un estado con mayores ventajas fiscales. "Los líderes políticos de la ciudad y del estado me han tratado muy mal", se quejó Trump.