El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió ayer al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, sustituir el plan de emergencia o 'backstop' por un compromiso formal y con garantías de no introducir barreras físicas en la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. El 'backstop' o cláusula de salvaguarda es un mecanismo que pretende evitar el restablecimiento de una frontera dura entre Irlanda del Norte y el resto de la isla. Obligaría a Reino Unido a permanecer en la Unión aduanera hasta que Londres y Bruselas pacten un acuerdo comercial bilateral. Además, durante ese periodo, Irlanda del Norte tendría que asumir la mayoría de las reglas del Mercado único. Tusk, sin embargo, respondió a Johnson que la salvaguarda irlandesa "es una garantía para evitar una frontera dura" en Irlanda.

Por otra parte, los diplomáticos de Reino Unido dejarán de asistir a la mayoría de las reuniones de la UE a partir del próximo 1 de septiembre.