España, Francia, Alemania, Rumanía, Portugal y Luxemburgo se repartirán los 147 migrante rescatados por el buque "Open Arms". Sus respectivos gobiernos así se lo transmitieron ayer al primer ministro italiano, Giuseppe Conte. Mientras, Italia mantiene su negativa a que los ocupantes del buque español desembarquen en el puerto de Lampedusa y solo permitió que bajaran a tierra cinco personas por motivos psicológicos.

El "Open Arms" solicitó ayer la evacuación de los 147 inmigrantes que lleva a bordo, y para nueve de ellos -tres adultos y dos niños con sus acompañantes- pidió que se haga de manera urgente ante la crítica situación en la que se encuentran. La ONG explicó que miembros de la Guardia di Finanza, de la Guardia Costera italiana y un equipo médico oficial subieron ayer a la embarcación para analizar la documentación de la nave y los informes médicos. Según explicó el fundador de la organización, Óscar Camps, las dos semanas a la deriva hicieron mella en los náufragos, muchos de los cuales están sometidos a mucho estrés y "problemas muy serios", mientras la tripulación trata de evitar "intentos de suicidio" y episodios de violencia. La de ayer fue la decimoquinta noche en el mar. "Ya llevamos cinco evacuaciones urgentes en 14 días. ¿A qué esperan para autorizar el desembarque de todas las personas a bordo, a que la emergencia médica sea insostenible? Cuánta crueldad. #PuertoSeguroYa", denunciaba la ONG a través de las redes sociales.

Tras obtener una autorización para entrar en aguas italianas el miércoles, el barco puso rumbo hacia Lampedusa, sin embargo, todavía carece del permiso para poder atracar en un puerto, algo que Salvini ya ha anunciado que no otorgará. "En 15 días habría ido y vuelto tres veces a España. Es evidentemente un ataque político a Italia", sentenció el ministro italiano. El líder de la ultraderecha firmó una nueva prohibición para impedir al barco español entrar en aguas territoriales de su país, que debía contar también con los apoyos de los ministros de Transporte, Danilo Toninelli, y de Defensa, Elisabetta Trenta, pero que se negaron rubricar.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anunció ayer que los gobiernos de Francia, Alemania, Rumanía, Portugal, Luxemburgo y también España le transmitieron su disponibilidad para acoger a una parte de los inmigrantes rescatados por el Open Arms. Desde España, fuentes del Gobierno confirmaron su disposición a participar en un "reparto equilibrado" de estas personas y añadieron que el Ejecutivo trabaja con la Comisión Europea y otros países miembros de la UE para lograr una solución común, "europea, ordenada y solidaria". Conte explicó que "este es el momento de insistir en la dirección de llegar a una solución europea, de lo contrario Italia se encontrará completamente aislada".

Camps, director de la ONG, reclamó al Gobierno del presidente en funciones Pedro Sánchez que España lidere un eje junto a Francia y Alemania que dé un giro de timón a la política migratoria europea en el Mediterráneo.

En el PP, el vicesecretario de Política Territorial, Antonio González Terol, pidió al Gobierno que desarrolle una política migratoria "plenamente consensuada" y considera que los socialistas "siempre aciertan cuando rectifican". Vox, por su parte, se muestra tajante en su rechazo a aceptar migrantes y asegura que no permitirán "que España forme parte de un modelo migratorio basado en el sustento de visitantes de nula integración con nuestros impuestos".