Las protestas de Hong Kong entraron este fin de semana en una nueva fase en la que se reduce el número de manifestantes pero aumenta la agresividad tanto en las acciones de los agitadores como en la respuesta de la Policía. Hong Kong vivió ayer la segunda de las tres jornadas consecutivas de protestas previstas.

Este pasado sábado se registraron al menos seis heridos y 16 detenidos, mientras que ayer, a media jornada, había una mujer herida y los arrestos ascendían a siete.

Según informan fuentes locales, los manifestantes de este fin de semana han insistido menos en la anulación definitiva del polémico proyecto de extradición a China y han puesto el énfasis en una "revolución" contra las autoridades de la excolonia británica.

Hong Kong está dotada de un estatus especial dentro de China que le permite el mantenimiento hasta el año 2047 de las instituciones de corte democrático heredadas de la etapa colonial.