Francia confirmó ayer que los cuatro misiles antitanque hallados en manos de combatientes rebeldes de Libia leales al general Jalifa Hafter pertenecen a sus fuerzas y que los había comprado a Estados Unidos. El Ministerio de Defensa subrayó que los misiles encontrados en Gheryan por fuerzas pertenecientes al Gobierno de unidad que sostiene la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estaban fuera de uso y debían ser destruidos.

Fuentes ministeriales precisaron que estaban destinados "a la autoprotección de un destacamento francés desplegado para recabar información en materia de contraterrorismo".

Estos misiles solo se venden a aliados de Estados Unidos y fueron recuperados el mes pasado por fuerzas del Gobierno de unidad durante una redada en un campamento rebelde. París asegura que no entregó los misiles a fuerzas locales, pero no aclara cómo llegaron a manos de los seguidores de Hafter. Si los hubiera transferido, eso violaría el acuerdo de venta con Estados Unidos y el embargo de armas de Naciones Unidas.