El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció ayer que reforzará sus tropas desplegadas en Oriente Medio con un buque de asalto anfibio y misiles Patriot, como parte de su estrategia para hacer frente a la creciente tensión con Irán.

La maniobra contempla el envío del buque de asalto anfibio USS Arlington, que se incorporará al contingente del Mando Central de las Fuerzas Armadas de EE UU (CentCom), que son las que operan en esta región, y el envío de baterías de misiles interceptores Patriot.

"EE UU no busca un conflicto con Irán, pero estamos preparados y listos para defender a las fuerzas e intereses estadounidenses en la región", señaló el Pentágono en un comunicado.

Según explicaron fuentes castrenses, el despliegue del USS Arlington, que actualmente se encuentra navegando las aguas del Mediterráneo, ya estaba previsto desde hace tiempo, pero el alto mando ha decidido adelantar su incorporación al CentCom ante la creciente tensión con Irán.

El pasado lunes, la cartera de Defensa estadounidense dijo que existían indicios de que Irán se prepara para "llevar a cabo operaciones ofensivas contra fuerzas e intereses estadounidenses en la región".

Tanto el USS Arlington como los misiles fueron solicitados por las tropas desplegadas en Oriente Medio a principios de semana, como parte de la misma operación que ha llevado a Washington a mandar al golfo Pérsico al portaaviones USS Abraham Lincoln, que, junto a su flota de combate, atravesó el canal de Suez el pasado jueves.

El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán restó importancia al reciente despliegue militar estadounidense y lo calificó de "fanfarronada" dentro de la "guerra psicológica" de Washington contra Teherán.

La tensión aumenta en el golfo Pérsico desde que EE UU anunció en abril el fin de las exenciones que había concedido a ocho naciones o territorios (China, India, Italia, Grecia, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Turquía) para comprar petróleo iraní.

Trump dio el miércoles un paso más en la presión a Irán al imponer nuevas sanciones, ahora a las exportaciones de hierro, acero, aluminio y cobre, a la vez que exigió a Teherán que "altere fundamentalmente su conducta".

Por otra parte, el secretario de Defensa interino, Patrick Shanahan, aprobó la transferencia de más de 600 millones de dólares (más de 534 millones de euros) de los fondos destinados a Afganistán para la construcción del muro en la frontera con México.

El dinero se suma a una transferencia en marzo de mil millones de dólares (cerca de 890 millones de euros) de fondos militares para financiar el muro que propone el presidente, Donald Trump, algo que fue muy criticado por legisladores.

"Los fondos se retiraron de varias fuentes, incluyendo ahorros de costos, cambios en programas y requerimientos revisados, y por eso tendrán un impacto mínimo en la preparación de las fuerzas", dijo Shanahan en una nota.