El cuerpo del periodista disidente saudí Jamal Khashoggi, de 59 años, asesinado hace un mes en el consulado de su país en Estambul, fue "disuelto" en ácido u otra sustancia química tras ser descuartizado. Así lo anunció ayer al diario turco "Hürriyet", Yasin Aktay, asesor de la cúpula del gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y amigo personal de Khashoggi.

Los asesinos del periodista, exiliado en EE UU, lo estrangularon nada más llegar a la sede diplomática -según se informó el miércoles- y después lo descuartizó el forense militar que formaba parte del comando asesino, integrado por quince personas.

"Sabíamos que el cuerpo de Khashoggi había sido desmembrado, pero ahora vemos que no solo lo descuartizaron, sino que lo disolvieron para no dejar rastros", denunció Aktay, quien aseguró que esta secuencia de hechos es lo que se desprende de la investigación de la Fiscalía turca. "No hay nada razonable que se pueda responder a esto. Matar a una persona inocente es un crimen, tratar el cadáver así es otro crimen y una vergüenza", añadió muy molesto Aktay.

"Se ha buscado en todos los lugares que aparecen en el sistema de cámaras de vigilancia, pero no se ha encontrado el cuerpo. Lo que hay son solo indicios", agregó el asesor político.

El diario "The Washington Post", con el que colaboraba Khashoggi, informó ayer de que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, aseguró al presidente estadounidense, Donald Trump, días después de la desaparición de Khashoggi, que este era un "islamista peligroso".

En la conversación entre Trump y el príncipe también participaron el consejero de Seguridad Nacional de EE UU, John Bolton, y el yerno de Trump, Jared Kushner, que es su enviado para Oriente Medio, añadió el diario. De acuerdo con el rotativo, la llamada ocurrió después de la desaparición del periodista el 2 de octubre y antes de que Arabia reconociese su asesinato el día 20 de ese mes.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, habló ayer por primera vez sobre el asesinato de Khashoggi y, si bien reconoció que "lo que ha pasado es horrible", reiteró la necesidad de que "Arabia Saudí permanezca como un país estable".