Miles de personas, en medio de un mar de banderas, se reunieron ayer en Estambul en el gran puente del Bósforo, que conecta el lado europeo y asiático, para recordar a los 30 muertos que se produjeron en ese lugar en la noche del 15 de julio de 2016, durante el fallido golpe de Estado contra el gobernante partido islamista AKP y el presidente Erdogan. Un total de 248 civiles y soldados murieron y otras 2.200 personas resultaron heridas en los enfrentamientos.