La primera ministra británica, Theresa May, quiere el "Brexit" a su manera y continúa defendiendo sus planes para la salida del Reino Unido de la Unión Europea, al tiempo que advierte del riesgo de permanecer en el bloque comunitario si se menoscaba su proyecto.

En una carta difundida ayer en el diario británico "Mail on Sunday", la "premier" fue clara en las opciones que existen: o su plan para el "Brexit" o riesgo de que no haya "Brexit". May apeló a la "práctica y pragmatismo" de los parlamentarios de su partido para que respalden el plan que el pasado jueves remitieron a Bruselas, asegurando que es la más beneficiosa para los intereses nacionales. Entre los puntos más conflictivos del acuerdo figura la propuesta de crear un área de libre comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea con una armonización reguladora para bienes industriales y productos agrícolas. Esta cuestión precipitó esta semana la dimisión del ministro para el "Brexit", David Davis, y del ministro de Exteriores, Boris Johnson, además de hacer peligrar un posible acuerdo comercial con EE UU.

May quiso frenar los planes de votar enmiendas al Proyecto de Ley de Comercio que regresa a la Cámara de los Comunes. Para la jefa de Gobierno esas enmiendas supondrían la "traición final del voto 'Brexit'" porque "unirían al Reino Unido a una unión aduanera permanente con la UE".