La Unión Europea prevé que las oleadas de pateras sobre España se incrementen en los próximos tiempos y está decidida a actuar en consecuencia. Así se desprende de las palabras pronunciadas ayer en Berlín por la canciller alemana, Angela Merkel, quien prometió que el Gobierno de Berlín se implicará para que España reciba más "apoyo" si se intensifica como pronostican la llegada de inmigrantes a las costas españolas.

Merkel pronunció estas palabras en una rueda de prensa conjunta que ofreció en Berlín con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tras abordar en una reunión la reforma de la eurozona y la crisis migratoria, los dos puntos clave del Consejo Europeo que mañana y pasado se celebrará en Bruselas.

Las pateras, al alza

La llegada de pateras a las costas españolas está creciendo sin tregua desde hace dos años. Sergún los registros, en 2017, Salvamento Marítimo rescató a un total de 18.937 personas, casi el triple que el año anterior, mientras que en lo que va del presente 2018 ya se han contabilizado cerca de 13.700 inmigrantes llegados en pateras, de ellos 2.939 solo entre el 15 y el 25 de junio.

Merkel destacó que otros países de la UE ya han recibido apoyo comunitario en situaciones similares, y resaltó el caso de Grecia durante el período más crítico de la crisis de los refugiados (años 2015 y 2016), asegurando que el Gobierno heleno "recibió gran cantidad de apoyo".

La líder democristiana expuso su visión de cómo podría concretarse la respuesta del grupo de países europeos que quieren trabajar conjuntamente en la cuestión migratoria. Esta distinción excluye al bloque comunitario opuesto a cualquier política de inmigración que no sea el bloqueo de fronteras, encabezado por países como Austria, Hungría o Dinamarca.

Merkel apuntó que cada jefe de Gobierno puede hablar con determinados países de origen (sobre todo africanos), pero "no a título individual" sino "en nombre del resto de colegas", de modo que cada socio hable con "uno o dos" países. Sánchez suscribió de inmediato la propuesta.

OK al "veto islámico"

Al otro lado del Atlántico, la política migratoria del presidente Trump tuvo ayer un respiro cuando el Tribunal Supremo -por un ajustado margen de cinco a cuatro- respaldó la tercera versión del llamado "veto islámico", que ha recibido numerosos varapalos en tribunales de EE UU. El decreto de Trump pone muy serias dificultades a la entrada en el país de los nacionales de Irán, Libia, Somalia, Siria y Yemen, así como a los norcoreanos y a algunos funcionarios de Venezuela.