Al menos 41 personas murieron ayer y 84 resultaron heridas en un atentado suicida contra un centro cultural chiíta de Kabul que reivindicó por el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).

La organización terrorista puntualizó en su nota de reivindicación, difundida a través de su agencia de propaganda, Amaq, que el centro atacado "recibe apoyo de Irán".

Por su parte, los talibán se apresuraron a desvincularse de la acción terrorista, cuyas explosiones afectaron también a las oficinas de la Agencia Voz Afgana, situadas cerca del centro.

"El asaltante se hizo volar por los aires durante una reunión que se celebraba en el centro cultural Tabyan" para conmemorar "el 38º aniversario de la invasión soviética", declaró a la AFP el portavoz adjunto del ministerio de Interior, Nasrat Rahimi. La explosión fue seguida de otras dos, menos potentes, que no causaron víctimas, añadió la fuente.

El portavoz del Ministerio de Salud, Waheed Majroh, dio cuenta de 41 muertos, entre ellos cuatro mujeres y dos niños. Entre los 84 heridos también había ocho mujeres, la mayoría de las cuales sufría quemaduras, agregó.

Se trata del atentado más sangriento desde el cometido en octubre pasado contra una mezquita también chiíta, que dejó 56 muertos y que también fue reivindicado por el ISIS.

Caos y pánico

"Era el caos. Todo el mundo gritaba y lloraba. La gente estaba presa del pánico. Todos pedían ayuda", describió un testigo.

El ISIS, que también reivindicó el atentado del pasado lunes contra una célula de los servicios de inteligencia afganos, ha cometido recientemente varios ataques en el país, sobre todo, contra la minoría chiíta en Kabul.

El atentado de ayer puede estar relacionado con la muerte de medio centenar de milicianos del ISIS en una serie de bombardeos en la provincia de Nangarhar, en el este del país, anunciada horas antes de la triple explosión en la capital afgana.

El miércoles, quince yihadistas perecieron en un bombardeo llevado a cabo por un "drone" estadounidense en Achin, en Nangarhar. El Gobierno de Kabul asegura haber eliminado esta año a 1.600 milicianos del ISIS.