El ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, partidario de la salida de Reino Unido de la UE, expuso este fin de semana en un artículo que los ciudadanos tendrán la última palabra en el acuerdo sobre el "Brexit" y podrán forzar un cambio de texto si no están conformes.

"La ciudadanía británica tiene el control. Antes de las próximas elecciones, las leyes de la UE y cualquier nuevo tratado dejarán de tener prioridad o efecto directo en el Derecho de Reino Unido", razona en "The Daily Telegraph". Así, si a la población "no le gusta el acuerdo" que hayan negociado las partes, el Gobierno que salga de las próximas elecciones (previstas para 2022, tres años después del "Brexit") tendrá la capacidad de "disentir" de los compromisos firmados, afirma Gove, ferviente defensor del divorcio en el referéndum de 2016.