El presidente de EE UU, Donald Trump, cumplió ayer un mes en la Casa Blanca entre vítores de sus simpatizantes, protestas de sus detractores, que se manifestaron en las calles de numerosas ciudades, con Nueva York a la cabeza, y un balance más marcado por gestos, polémicas y denuncias de caos en la administración presidencial que por realizaciones tangibles. Mientras, su "número dos", el vicepresidente Pence, continuó su gira europea para garantizar a la OTAN y la UE la solidez del vínculo transatlántico tras las reiteradas críticas de Trump en campaña.

Pence expresó en Bruselas, tras reunirse con el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, el "fuerte" compromiso de EE UU de mantener su cooperación y asociación con la UE, y de luchar conjuntamente contra el terrorismo, aunque no dejó de manifestar su respeto por el "Brexit" y no hizo ningún voto de salud para el proyecto europeo. Eso sí, confirmando el cambio de rumbo respecto a la campaña, hizo responsable a Rusia de la crisis de Ucrania.

En conjunto, su mensaje, expresado con la amabilidad que le adorna, sonó hueco y carente de confianza, aunque se situó a años luz del de las personas del entorno de Trump que en las últimas semanas han pronosticado, por diversas vías, el hundimiento político y financiero del barco europeo.

Pence también se refirió a la OTAN. Lo hizo pocos días después de que el secretario de Defensa, James Mattis, amenazase la semana pasada con reducir el compromiso de EE UU con la Alianza si los socios no cumplen su promesa de invertir en Defensa el 2% de su PIB. Pence dio una vuelta de tuerca más a la exigencia, al fijar un plazo hasta finales del presente 2017 a Canadá y a los aliados europeos para que hagan "progresos reales" en su contribución financiera.

Trump anunció anoche el nombramiento del teniente general H. R. McMaster como su nuevo asesor de Seguridad Nacional, puesto que había quedado vacante el lunes de la pasada semana tras la polémica renuncia de Michael Flynn por mentir sobre sus contactos con el embajador ruso para hablar sobre las sanciones a Moscú. "He leído mucho estos dos últimos días, y McMaster es muy respetado en las Fuerzas Armadas", explicó el presidente. McMaster no era uno de los favoritos para el cargo.