Salah Abdeslam, el escurridizo yihadista de los atentados del 13N que consiguió esconderse durante cuatro meses de las fuerzas de seguridad, fue herido y detenido ayer en Molenbeek, el mismo barrio del que salió para participar en el ataque. El primer ministro belga, Charles Michel, confirmó la detención de Abdeslam, que tuvo que ser traslado al hospital tras resultar ligeramente herido en una pierna.

En el mismo operativo antiterrorista desplegado en el distrito bruselense de Molenbeek se detuvo a otras cuatro personas, tres de ellas miembros de la familia que acogía al presunto cerebro del aparato logístico de los atentados del 13-N, según la Fiscalía federal belga.

Abdeslam y su cómplice fueron interceptados a media tarde en el en mismo lugar en el distrito de Molenbeek. A ambos se les tomaron las huellas dactilares en un control en Alemania el 3 de octubre en 2015, las mismas que se encontraron en la vivienda que usaba el grupo terrorista en el distrito bruselense de Forest, objeto de un registro el pasado martes que puso a la policía sobre su rastro.

El presunto cerebro logístico de los atentados de París, en los que fallecieron 130 personas, es un francés de 26 años nacido en Bruselas. Era el hombre más buscado de Europa, después de que dos cómplices lo sacaran en coche de Francia la noche de los ataques. Consiguió eludir el primer cerco policial y en el estadio de fútbol de Heysel, en Bruselas, se perdió su pista.

Salah Abdeslam se crió junto a sus hermanos en el distrito bruselense de Molenbeek, famoso por ser un barrio multirracial en el que residieron varios terroristas, presuntos y condenados, y que ha sido objeto de varias redadas y registros después de los atentados de París del 13-N.

Abdeslam creció en el seno de una familia normal y sin inclinaciones religiosas. Uno de sus hermanos, Ibrahim, compartía con Salah su radicalismo religioso. Murió al estallar los explosivos que llevaba adosados al cuerpo cuando se encontraba en el bulevar Voltaire, uno de los escenarios de los ataques de París, donde abrió fuego contra las personas que había alrededor.

Salah Abdeslam y sus hermanos regentaban el bar "Les Beguines", en Molenbeek, cerrado el 4 de noviembre de 2015 por tráfico de estupefacientes. Era conocido por el Órgano de Coordinación para el Análisis de la Amenaza (Ocam) de Bélgica y figuraba en una lista de 1.200 personas con vinculaciones con Siria.

El siguiente rastro de Abdeslam se descubrió el 8 de diciembre en el distrito bruselense de Schaerbeek, donde la Policía encontró en un apartamento rastros de explosivos, tres cinturones como los utilizados en los atentados de París, y una huella dactilar de Salah.