Cinco supuestos terroristas murieron ayer en una explosión, al sur de Rafah, pueblo fronterizo entre Egipto y Gaza, en la península del Sinaí, informó la agencia estatal egipcia "Mena". La explosión, según precisó un militar egipcio a la agencia palestina "Maan", se produjo porque un avión israelí bombardeó una plataforma que estaba preparada para lanzar cohetes contra Israel. La lanzadera había sido desplegada el jueves en la zona desértica del paso de Rafah.

El jueves, el aeropuerto de la ciudad israelí de Eilat, cercano área, fue cerrado durante dos horas por una alerta de seguridad. Eilat había sido atacada antes con cohetes lanzados desde el Sinaí.

Mientras, en el resto del país, los seguidores del ex presidente Mursi, mantuvieron el pulso contra el poder militar en el segundo día de la festividad de Eid el Fitr, que marca el fin del Ramadán, y que generó incidentes en diversos puntos de Egipto que causaron heridas a varias personas. Por otro lado, la esposa de Mursi, Neglla Mahmud, se mostró confiada en el retorno de su marido al poder, mientras sus fieles comenzaban a levantar muros en sus acampadas para evitar su desalojo por el Gobierno. El líder supremo iraní, el ayatolá Jameini, advirtió del riesgo de una guerra civil en ese país.

Por último, EE UU criticó la construcción de 800 viviendas en los asentamientos judíos de Cisjordania y Jerusalén Este. Londres condenó también este anuncio.