Diferentes actos recordarán hoy a las víctimas de esta brutal matanza, ocultada durante años por las autoridades comunistas, que siempre culparon al régimen de Hitler de las muertes.

No fue hasta 1990 cuando el presidente de la Unión Soviética (URSS) Mijaíl Gorbachov reconoció la responsabilidad de Moscú y pidió perdón por los asesinatos perpetrados en Katyn, una zona boscosa ubicada en la actual Ucrania.

Recientemente, el realizador polaco Andrzej Wajda llevó esta tragedia al cine en una película titulada con el mismo nombre del lugar donde tuvieron lugar los hechos, "Katyn", donde se narran los últimos días de estos 22.000 oficiales polacos.

Wajda dirigió el filme, que compitió por el Oscar a la mejor película extranjera en 2008, como un homenaje a su padre, que era militar y fue uno de los asesinados en Katyn por las tropas soviéticas durante la II Guerra Mundial.

Durante décadas de gobierno comunista en Polonia, las autoridades silenciaron la matanza y prohibieron a las familias de las víctimas hablar de lo sucedido.