Cavagna, de 50 años, había salido de Bergamo en la mañana de ayer con la primera escuadra de bomberos de esta ciudad dirigidos a L'Aquila, un viaje que duró 10 horas.

Una vez llegados al lugar de la catástrofe, los miembros de las fuerzas de rescate pasaron brevemente por el Centro del Comando instalado detrás del hospital de L'Aquila y se dirigieron de inmediato a realizar labores de desescombro.

Según los demás miembros de su equipo, fue precisamente mientras buscaba entre los escombros de la Casa del Estudiante, una especie de colegio mayor de L'Aquila que se derrumbó durante el seísmo, cuando Cavagna "se sintió mal".

El bombero fue trasladado al hospital de Pescara, situada a unos 100 kilómetros de L'Aquila, donde falleció.