Schutz, en declaraciones a EFE, ha reivindicado el derecho de Israel a protegerse de los ataques previos de los grupos armados palestinos ligados a Hamás y de muchos años de "agresión" contra el pueblo israelí.

Frente a quienes han acusado de "desproporcionado" la operación militar, que ha causado cerca de 300 muertos, el embajador les ha pedido que digan qué "alternativa" es posible a las acciones terroristas que viene sufriendo Israel.

"Es un comentario que se hace de forma bastante apresurada, pero si hubieran tenido que sufrir durante tantos años esta agresión, le prometo que no le parecería nada desproporcionada", ha asegurado.

Ha insistido en que la operación va dirigida "estrictamente" contra los terroristas de Hamás y con el único fin de recuperar la calma en el área limítrofe con Gaza, donde viven unos 250.000 israelíes.

"Cuando podamos asegurar una situación permanente de tranquilidad para los ciudadanos, pondremos fin a la operación. No buscamos ningún otro objetivo", ha recalcado.

Según el embajador, la mayor parte de los 300 fallecidos y de los alrededor de 900 heridos causados por los ataques, los más sangrientos desde 1967, son milicianos y terroristas.

Además, un comunicado de la Embajada de Israel en Madrid hecho público hoy lamenta "profundamente" las víctimas inocentes que haya podido haber, aunque se insiste en el principio de defensa propia que reconoce el derecho internacional.

"Toda la responsabilidad en este caso recae sobre los que utilizan a sus propios ciudadanos como escudos humanos, en este caso Hamás, y no sobre la parte que aplica su derecho a defenderse, en este caso Israel", señala la nota.

Se añade que las críticas por lo indiscriminado del ataque se han hecho de forma "precipitada e irresponsable" y "hacen el juego" a Hamás, a la que responsabiliza de romper la tregua y no hacer caso a las peticiones de Israel de volver a ella.

Entre los que han calificado de "desproporcionada" la respuesta de Israel están el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y el presidente de Francia y presidente de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, quienes han culpado a Hamás de propiciar la crisis.

Israel se retiró de la Franja de Gaza en el verano de 2005, dejando el control del territorio en manos palestinas y desde enero de 2006, en las del movimiento islamista Hamás.