Un suicida ataca un convoy en la zona donde operan las tropas españolas en Afganistán

Un suicida detonó ayer la carga que transportaba en su vehículo contra un convoy de las tropas internacionales desplegadas en la provincia de occidental afgana de Herat, según informó una fuente policial. El portavoz de la Policía provincial, Noorkhan Nikzad, explicó que el ataque tuvo lugar cerca del aeropuerto de Herat y que, por el momento, las autoridades sólo tienen la confirmación de la muerte del suicida.

Por su parte, el jefe de las fuerzas de seguridad de Herat, Dilawar Shah Dilwar, citado por la Agencia Islámica de Prensa (AIP), aseguró que el ataque ocasionó víctimas, aunque no pudo aportar más detalles de lo sucedido.

"Fue un ataque suicida contra las tropas de EE UU que entrenaban a la Policía afgana en la academia policial", aseguró Dilwar.

Además, un testigo aseguró que al menos un soldado estadounidense y dos civiles afganos resultaron heridos y dos vehículos militares quedaron severamente dañados a causa de la explosión.

En Herat están desplegadas tanto las tropas de la Fuerza Internacional de la Asistencia a la Seguridad (ISAF), entre las que se encuentran las españolas, bajo mando de la OTAN, como de la coalición liderada por EE UU, que actúa con independencia de la Alianza Atlántica.

El contingente español en Afganistán dirige una Base de Apoyo Avanzado en Herat, perteneciente al Mando Occidental de la ISAF, que abarca las provincias de Badghis, Herat, Farah y Ghor. El mando militar de las tropas españolas en Herat no pudo confirmar el ataque.

Talibanes muertos

Por otra parte, al menos 11 supuestos talibanes, entre ellos un cabecilla, murieron y dos fueron detenidos en una operación de las tropas de la coalición liderada por EE UU en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, según dijo ayer el mando militar estadounidense.

La ofensiva, que se produjo ayer en el distrito de Maywand, tenía como objetivo la desarticulación de una célula de la insurgencia que presuntamente perpetraba ataques con artefactos explosivos en carreteras.

Durante la redada, los insurgentes atrincherados en sus refugios abrieron fuego contra las tropas, que respondieron al ataque con armas ligeras y granadas, lo que causó la muerte de 11 de ellos. Una mujer resultó herida a causa de los combates.