En el ataque que sucedió ayer a las 08.00 GMT murieron tres policías turcos y tres de los atacantes, mientras que un presunto cuarto terrorista logró darse a la fuga.

La policía de Estambul está en alerta máxima y busca al cuarto atacante, que huyó en un coche de color blanco o gris y que podría estar herido.

Un agente de la policía turca, involucrado en la investigación del atentado, dijo hoy a Efe que existen algunas pistas que indican una conexión con Al Qaeda, aunque reconoció que todavía es demasiado pronto para llegar a conclusiones definitivas.

"Pero puedo confirmar que nos estamos concentrando en la conexión con Al Qaeda", dijo la fuente, que pidió el anonimato.

Los atacantes dispararon ayer contra los guardias de seguridad del consulado estadounidense en Estambul y mataron a tres de ellos, que serán enterrados hoy con honores.

El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, no participará en los funerales de hoy tras abandonar Ankara esta mañana rumbo a Bagdad, donde se reunirá con su homólogo iraquí, Nuri Al Maliki.

Los tres atacantes abatidos ayer fueron identificados como ciudadanos turcos, todo ellos del este y sureste del país.

Dos de ellos eran de la provincia de Bitlis, por lo que la prensa turca se pregunta hoy si el ataque de ayer fue una respuesta a la reciente muerte en Afganistán de un militante turco de Al Qaeda, oriundo de esa misma región.

La policía ha detenido a tres familiares de los atacantes fallecidos para recabar información sobre su entorno.

La prensa turca asegura hoy que al menos uno de los supuestos terroristas había viajado en el pasado a Afganistán, donde recibió entrenamiento.

Además, el diario turco "Milliyet" asegura en su edición de hoy que uno de los abatidos había sido encarcelado en la base estadounidense de Guantánamo y que fue liberado tras ser interrogado por el ejército norteamericano.

Sin embargo, las fuentes consultadas por Efe no pudieron confirmar estas versiones.

El edificio del consulado estadounidense se construyó de forma fortificada, después de que militantes islamistas relacionados con Al Qaeda atacaran en 2003 dos sinagogas, el consulado del Reino Unido y un oficina del banco británico HSBC en Estambul.

En esos ataques murieron 58 personas y otras 600 resultaron heridas.