Cowen aseguró que la ciudadanía ha sabido ver que las "tácticas" empleadas por los detractores del texto comunitario han estado encaminadas a crear "confusión" y que el avance del "no" ha sido frenado en los últimos días.

El "Taoiseach" efectuó esas declaraciones durante la última conferencia de prensa que ofreció su partido, el Fianna Fain, antes de que comience la jornada de reflexión mañana miércoles.

En el bando contrario, el Sinn Fein, el único partido con representación parlamentaria opuesto al Tratado, insistió hoy en que el documento puede ser renegociado e instó al Gobierno a volver a Bruselas para obtener un "acuerdo mejor" para Irlanda.

El presidente de la formación, Gerry Adams, de campaña en Dublín, recordó que su experiencia en el proceso de paz norirlandés le ha demostrado que "siempre hay un Plan B".

El problema, según ha explicado Cowen, es que el actual Tratado es el "Plan B", pues se trata del documento simplificado que sustituyó al proyecto de Constitución que Holanda y Francia rechazaron en 2005 en sus respectivas consultas populares.

"Mi más profunda convicción es que la ratificación del Tratado de Lisboa es crucial para el futuro de este país", añadió el primer ministro en uno de sus últimos llamamientos a la ciudadanía, dividida casi a partes iguales entre el "no" y el "sí".

En similares términos se expresó hoy el líder de la oposición, Enda Kenny, del Fine Gael, al describir la consulta popular de este jueves como "el momento de la verdad para Irlanda".

"Os pido -dijo Kenny- que ignoréis los falsos mensajes que se han repetido una y otra vez con el objetivo de confundir y engañar a la ciudadanía. Es una pena que se hayan usado argumentos falsos sobre los impuestos, el aborto, la neutralidad e, incluso, la eutanasia".