La última jornada de las primarias demócratas en Estados Unidos, con Dakota del Sur y Montana llamados a las urnas, ha terminado por convertirse en un antecedente de la previsible retirada de la senadora Hillary Clinton, a quien se le acaban las oportunidades con el paso de los minutos. Algunos medios dieron por seguro su abandono una vez concluyese el recuento de ayer, algo que el jefe de campaña de la candidata se vio obligado a desmentir para, al menos, aplazarlo.

La rumorología se activó con las últimas declaraciones del ex presidente Bill Clinton, marido de la senadora por Illinois, que acudió a la contienda electoral de ayer con un mensaje de doble lectura.

"Este puede ser el último día en el que estoy involucrado en una campaña de este tipo", afirmó el predecesor de George W. Bush, dando pábulo así a quienes veían en los comicios de Dakota del Sur y Montana el punto de inflexión en sus hasta ahora irreductibles aspiraciones.

A ello se añadió un teletipo de la agencia Associated Press que, citando fuentes de la campaña, dio por terminada la campaña de Clinton a efectos prácticos. En concreto, la información aseguraba que Clinton diría ayer a su compañero y rival, Barack Obama, que cuenta con los suficientes delegados para asegurarse la nominación y, por tanto, sólo le quedaba retirarse. No obstante, la ex primera dama evitaría confirmar el abandono de forma oficial.

"En absoluto"

Apenas media hora después de que saltase la noticia, que ratificaría el fin de meses de disputas, el director de la campaña de la política, Terry McAuliffe, salió al paso en declaraciones a la CNN. Con un "en absoluto", descartó la retirada de su "jefa" y criticó que el teletipo de AP era erróneo "al 100 por ciento". Asimismo, la campaña también difundió un comunicado para aclarar que "la senadora Clinton no abandonará la carrera esta noche (por ayer)".

Lo que sigue sin quedar claro es si Clinton mantendrá el pulso hasta la convención nacional de agosto, una postura que algunas voces dentro de su propia formación le han criticado por el posible desgaste de cara al enfrentamiento que importa realmente, las elecciones presidenciales para las que el candidato republicano John McCain ya afila las uñas. No obstante, no se descarta un posible tándem Obama-Clinton que lleve a los dos pesos pesados en una candidatura conjunta a la Casa Blanca.

Por su parte, Barack Obama se encontraba, hasta las primarias de ayer, a 42 delegados de la cifra mágica de 2.118 necesaria para cerrar su candidatura.

En un acto cargado de simbolismo, el senador por Illinois tenía previsto dar su mitin para valorar los resultados en las mismas instalaciones que servirá de escenario para la convención nacional republicana, en el mes de septiembre de este año.

Clinton, por su parte, vivió con impaciencia los últimos instantes de las votaciones en Nueva York, mientras su discurso era el más esperado de la noche. Seis meses y 61 votaciones después, El senador por Illinois confía en cantar victoria esta misma semana siempre y cuando sus números y la actitud de su rival le acompañen.